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Después del éxito de Lolita, Stanley Kubrick volvió a filmar otra de sus obsesiones, obteniendo de nuevo una obra maestra. ¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú es la visión apocalíptica de Kubrick de la guerra fría y del posible holocausto nuclear. Desde junio de 2009 podemos disfrutar de tan emblemática película en alta definición en nuestros hogares gracias al formato Blu-ray.
Kubrick se basó en el libro Red Alert, de Peter George, pero a medida que iba preparando la producción descubrió que, convirtiendo la película en una sátira -la única comedia de su carrera-, ésta sería aún más aterradora. El director volvió a contar con el gran Peter Sellers, esta vez con el reto de interpretar nada menos que cuatro papeles distintos: el doctor Strangelove, el capitán inglés Lionel Mandrake, el presidente de los Estados Unidos Merkin Muffley y el mayor T. J. Kong, piloto del avión que lleva las bombas nucleares. Para bien o para mal, Sellers se rompió el tobillo y no pudo finalmente interpretar el papel de T. J. Kong, que acabó finalmente en manos de Slim Pickens.
Sony Pictures ha realizado recientemente una restauración digital de la película a 4k (es decir, con 4.000 líneas de resolución), buscando obtener los mejores resultados posibles. El negativo original no existe desde hace 40 años y el material que se conservaba estaba en un estado bastante malo.
Manchas, suciedad y rayas plagaban el material existente y la manipulación sufrida durante los años había aumentado los defectos hasta niveles preocupantes que hacían necesaria una importante restauración.
Entre otros se seleccionaron como mejores elementos de partida para la restauración un máster positivado con un fino grano y un negativo duplicado. Ambos elementos tenían encima varias generaciones respecto al negativo original lo que daba importantes variaciones en contraste y densidad.
En 2003 Sony empezó a hablar sobre Teléfono Rojo con Cineric, un laboratorio de New York con el que ya habían trabajado en varios proyectos de restauración y habituados a trabajar en procesos de Digital Intermediate así como con procesos fotoquímicos tradicionales. Se pensó que el modelo de trabajo que se sigue con el Digital Intermediate podía dar excelentes resultados en la restauración de películas antiguas.
Por entonces no se hacían restauraciones completas a 4k e incluso hoy no es algo habitual para este tipo de material. Dada la experiencia de Cineric y el equipo del que disponían se decidió llevar adelante el proyecto.
Cineric empleó seis meses en restaurar el film de Kubrick. Lo primero que hicieron fue organizar los distintos materiales de partida eligiendo lo mejor de cada uno tanto en escenas como incluso en fotogramas concretos.
Dan DeVincent el director digital de Cineric y especialista en restauración explicó que se usó un escáner de película Oxberry especialemente adaptado para convertir los elementos en datos de 10 bits buscando el máximo rango dinámico de la película de 35 milímetros y organizándolos mediante tablas de búsqueda LUTs. Se elimaron el ruido y la suciedad y se usaron filtros digitales para conseguir un buen resultado.
El software automatizado de restauración de imagen Da Vinci eliminó varias imperfecciones, al igual que las técnicas de escaneo desarrolladas por el equipo de ingenieros de Cineric. También se corrigieron trémolos y fluctuaciones de la imagen, aunque la parte de acabado final de una restauración aún depende mucho del factor humano más que de los automatismos si se quiere que la película mantenga el aspecto original que tenía cuando se estrenó.
Disponían de varias copias que habían sido aprobadas por el equipo de Kubrick y Leon Vitali -fiel colaborador de Kubrick durante muchos años- fue de gran ayuda en las primeras fases del proceso especialmente en la definición del aspecto real del film.
La secuencia de los títulos de créditos iniciales fue todo un desafío ya que estaba plagada de artefactos y con una calidad alejada de los estándares actuales con un gran fallo en la consistencia visual con muy baja densidad. Las herramientas automáticas en casos como éste no consiguen buenos resultados, por lo que tuvo que hacerse el trabajo fotograma a fotograma.
En otros casos algunos defectos -cables que se ven en algunos planos- se han mantenido porque forman parte histórica de la película y modificarlo sería alterarla.
Las explosiones atómicas del final también dieron problemas porque originalmente se rodaron en 16mm y tenían abundante suciedad y rayas. Finalmente se limpiaron los planos.
Para grabar la película se usó el sistema Producer 3 Motion Picture de Lasergraphics. Como estaba diseñado para films en color hubo que adaptar el proceso para conseguir óptimos resultados. Cineric finalmente dejó preparado el resultado final para que en futuras ediciones la película mantenga el aspecto de la restauración.
La colaboración que se ha llevado a cabo durante la restauración de Teléfono Rojo entre Cineric y las empresas de software Autodesk y Da Vinci se ha mostrado muy provechosa y a buen seguro dará muchos frutos en el futuro. Hay que tener presente que la restauración de películas todavía es una ciencia muy joven y la tecnología evoluciona muy rápidamente.
El estreno de la restauración de Teléfono Rojo pudo verse en el Festival de Cine de Londres el pasado otoño con gran acogida por parte del público.
fuente original: American Cinematographer.