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La dedicatoria de Superman a Geoffrey Unsworth


El director de fotografía de Superman y de las escenas dirigidas por Richard Donner de Superman II fue el inglés Geoffrey Unsworth. A finales de los años 70 era uno de los profesionales más reputados en su campo e incluso caballero de la orden del imperio británico.

Unsworth había nacido en Londres en 1914 y pese a que durante su juventud sólo podía ir al cine durante los fines de semana, pronto se dio cuenta de que ése era al mundo al que deseaba pertenecer. En 1932 entró en los estudios británicos de la Gaumont en calidad de aprendiz de cámara junto con otros 50 aspirantes. Al cabo de un año, sólo quedaban seis. Poco a poco fue ascendiendo en el escalafón del estudio hasta que llegó a convertirse en el operador de cámara de las películas británicas de Alfred Hitchcock y Victor Saville. Unsworth estaba trabajando en África en la primera versión de Las minas del rey Salomón (1937) cuando se enteró de que la Gaumont había cerrado. A su vuelta a Inglaterra, entró en la Metro-Goldwyn-Mayer y trabajó como ayudante de cámara en Un yanqui en Oxford (1938).

Unsworth se sentía especialmente atraído por aquella época por la entonces incipiente fotografía en color mientras trabajaba en la casa Technicolor, y llegó a convertirse en un verdadero maestro de dicho procedimiento. Al mismo tiempo, continuó su trabajo como segundo operador en películas de Zoltan Korda como El tambor (1938), Las cuatro plumas (1939) y El ladrón de Bagdad (1940) o Michael Powell en Coronel Blimp (1943) y A vida o muerte (1946). En este año entró en la también británica Rank Organisation, y tras colaborar con el también director de fotografía inglés Jack Cardiff en Scott of the Antarctic (1948), ascendió a primer operador o director de fotografía. Así, durante los años 50 trabajó en numerosísimas películas del estudio (entre las que destaca principalmente La última noche del Titanic (1958) y ya se confirmó no sólo como un maestro en el uso del color, sino como un excelente retratista (sus primeros planos de actrices sobre todo eran soberbios) y como un gran dominador de los contrastes en blanco y negro.


Permaneció en la Rank durante un total de trece años, durante los cuales fue uno de los miembros fundadores de la British Society of Cinematographers [BSC], para después marcharse del estudio y trabajar como free-lance en los proyectos que de verdad le interesaran. Una de las primeras llamadas que recibió fue la de David Lean para que se incorporara al rodaje de Lawrence de Arabia (1962). Unsworth llegó a rodar las pruebas de pantalla de Albert Finney como Lawrence, pero ante las dudas del propio Lean y el productor Sam Spiegel acerca de la conveniencia de que fuera Finney el protagonista del film, que pospusieron en numerosas ocasiones el inicio del rodaje, prefirió marcharse a rodar otros proyectos.

Después de su primera nominación al Óscar con la película de Peter Glenville Becket (1964), Unsworth adquirió fama mundial y los avispados productores se apresuraban a contratarle a él incluso antes que a los actores, que sabían que si la película iba a ser fotografiada por Unsworth su imagen en la gran pantalla iba a ser esplendorosa.

2001: una odisea del espacio

En 1968 se estrenó, tras varios años de rodaje, la que sería sin lugar a dudas obra cumbre de Unsworth y una de las películas mejor fotografiadas de la historia (cuando no la mejor): 2001: una odisea del espacio. Rodada en el formato de 65mm Super Panavision para su exhibición en las pantallas curvas de Cinerama, 2001 supuso un giro radical en la carrera de Unsworth y fuente de inspiración para la segunda y más interesante parte de su obra. Animado por Kubrick, basó toda la iluminación de 2001 en las fuentes naturales de los decorados, de tal manera que creó una iluminación extraordinariamente realista, y con la suavidad y elegancia que siempre le caracterizaron. Las escenas en el interior de la nave Discovery, rodadas además con los objetivos gran angular que tanto gustaban a Kubrick, mostraban a su vez un gran dominio de la composición y el encuadre en un formato hasta entonces desconocido como era para él el de 65mm.

Sin embargo, no pudo acabar de rodar la película, puesto que como era tan habitual en el director, el rodaje se atrasó y atrasó y Unsworth, como free-lance, ya estaba comprometido para otro proyecto. En su lugar terminó la película (la secuencia de apertura de El amanecer del hombre) el que hasta entonces había sido su ayudante y aprendiz durante los años 60, John Alcott. Alcott colaboraría en tres ocasiones más con Stanley Kubrick, y ganó el Óscar a la mejor fotografía en 1975 por su extraordinario trabajo en Barry Lyndon, en la que en muchos momentos puede observarse la influencia que tuvo el maestro en Alcott.

Peter McDonald y Geoffrey Unsworth

Tras la marcha de Alcott de su equipo habitual, se incorporó al mismo en calidad de ayudante y operador de cámara un joven inglés llamado Peter McDonald [BSC] que recuerda que "Geoffrey era un director de fotografía intuitivo, como él mismo reconocía, aunque nadie estaba dispuesto a creerle. No era un gran técnico. Se dejaba llevar por sus impulsos y sensaciones, y ha habido pocos profesionales de su categoría que hayan corrido tantos riesgos como él. (...) Geoffrey no le decía nunca a un director que un plano era muy dificil de rodar. A lo mejor le daba mordiscos al visor o patadas a una caja, pero antes o después encontraba la forma de rodar el plano exigido."

Aunque Unsworth era un director de fotografía estrella, siempre se consideró a sí mismo un ayudante del director, cuyo único cometido era conseguir que la visión de éste quedara plasmada en la pantalla a través de las imágenes que él fotografiaba.

A partir de los años setenta, trabajó en las películas por las que es más recordado. Y como dice Peter McDonald, es en ellas en las que desarrolló finalmente el estilo que siempre había apuntado: "A Geoffrey le gustaba que las imágenes fueran extraordinariamente suaves y difusas. Cuando estábamos rodando Cabaret (1972) a las órdenes de Bob Fosse, queríamos que el local donde se desarrollaba la historia tuviera una atmósfera especial. Por ello Geoffrey ordenó rodar esas escenas con montones y montones de humo, puesto que el humo limita el detalle de las imágenes y el contraste se reduce considerablemente. Rodamos los primeros planos con lentes muy largas, puesto que también disminuyen el detalle de la imagen y los actores salían claramente favorecidos. Poco a poco comenzamos a utilizar filtros difusores (de niebla) y al final rodamos casi toda la película de esa manera. (...) Geoffrey exigía siempre a Panavision las mejores lentes y los mejores objetivos, porque pensaba que para quitar todo el detalle de la imagen mediante los filtros de niebla necesitaba partir siempre de los objetivos más nítidos. (...) Geoffrey veía el mundo de esa manera, además, era famoso por no limpiar casi nunca sus propias gafas...".

Cabaret

Geoffrey Unsworth ganó el Óscar a la mejor fotografía por Cabaret, y por sus siguientes películas, todas ellas rodadas con el estilo difuso, natural y ligeramente sobreexpuesto que estableció en Cabaret, no dejó de acumular premios y nominaciones: Asesinato en el Orient Express (Sidney Lumet, 1974), Zardoz (John Boorman, 1974), Lucky Lady (Stanley Donen, 1975) y hasta El retorno de la Pantera Rosa (Blake Edwards, 1975). Liza Minelli exigía que fuese el director de fotografía de todas sus películas (lo intentó en vano, incluso, para el New York, New York de Scorsese) y George Lucas contactó con él como su primera opción para rodar La guerra de las galaxias, puesto que le fascinaba su estilo. El carácter amable y cordial de Unsworth le habría venido de maravilla a un rodaje tan tenso como aquel, en el que las continuas disputas de Lucas con los miembros del equipo técnico inglés liderado por Gilbert Taylor [BSC] llevaron a Lucas a retirarse de la dirección durante 22 años.

Unsworth rechazó estos proyectos porque le atraía más rodar Un puente lejano (1977) para Richard Attenborough en Holanda, país cuya geografía y luz le fascinaban. Aplicó de nuevo su estilo difuso a base de filtros de niebla (que a priori no encajaban en absoluto en la historia) debido a que quería aprovechar "la luz de Rembrandt" como contraste a la barbarie nazi durante la segunda guerra mundial.


Cuando llegó el momento de rodar las dos partes de Superman, Unsworth siguió fiel a su estilo. Empleando un filtro de niebla Harrison de grado 2 durante toda la película (que es un filtro realmente grueso, nada que ver con el medio grado de difusión empleado por Robert Richardson en JFK: caso abierto de Oliver Stone o Janusz Kaminski en A.I., Inteligencia artificial o Minority Report) Unsworth, en estrecha colaboración con el diseñador de producción John Barry y la diseñadora de vestuario Yvonne Blake, creó un planeta Krypton casi de ensueño, con colores blancos sobreexpuestos y brillantes. Las escenas de Smallville (rodadas en Canadá) tienen un tono mucho más natural y menos artificial en cambio, pese a que su gran estilización es aún notable.

Apoyado por su operador de cámara Peter McDonald, Unsworth creó maravillosos planos como la grúa que se eleva entre el trigo durante la despedida de Clark Kent de su madre adoptiva, que dotan al film de una épica de la que carecen todas y cada una de las adaptaciones de cómics vistas hasta la fecha. En el resto de la película e incluso en gran parte de las escenas de la segunda parte en que trabajó tuvo que colaborar muy de cerca con el equipo de efectos visuales (especialmente los fotógrafos Denys Coop y Paul Wilson), para que la integración lumínica de la proyección frontal y las miniaturas fuera perfecta con el metraje que él filmaba para Donner.



Geoffrey Unsworth y Richard Donner.


Unsworth, una vez más, tuvo que dejar el rodaje de Superman antes de tiempo debido a los retrasos en el rodaje y sus siguientes compromisos. Fue sustituido por el brillante Alex Thomson [BSC], de cuyo trabajo se sintió tan complacido Unsworth que su humilde carácter le llevó a decir que lo había hecho mejor que él (a pesar de que Thomson tuvo que adaptarse al estilo de Unsworth y los filtros de niebla).

La película por la que Geoffrey Unsworth dejó Superman fue Tess (1979) de Roman Polanski. Dado que el director no podía entrar en territorio inglés -donde se desarrollaba la historia- puesto que podría haber sido extraditado a Estados Unidos donde le esperaba una condena acusado de violación de una menor, Polanski quería que Unsworth, filmando en Normandía, dotase a las localizaciones francesas de un estilo netamente inglés. El primer tercio del rodaje, que corresponde en su mayoría también al primer tercio del film, transcurrió sin el menor problema y el 28 de octubre de 1978 Polanski se sintió especialmente maravillado ante la habilidad de Unsworth al lograr que una escena interior tuviera un aspecto soleado a pesar de estar lloviendo intensamente en el exterior. Esa misma noche, en el hotel de rodaje, Polanski fue despertado por su ayudante de dirección. Unsworth, que también se hallaba en el hotel, había tenido un ataque al corazón. Polanski inmediantemente se presentó en la habitación de Unsworth, que a pesar de la llegada de los médicos falleció instantes después.

Fue sustituído en Tess por Ghislain Cloquet [ASC], después de que John Alcott [BSC] y Gilbert Taylor [BSC], que hubieran sido los dos directores de fotografía más adecuados para acabar la película como la hubiera rodado Unsworth, no se encontraran disponibles (Alcott rodando El resplandor para Kubrick y Taylor, Drácula de John Badham). El trabajo fotográfico de Tess pese a todo tuvo la calidad y consistencia suficiente no sólo para ser nominado al Óscar a la mejor fotografía de 1980 sino para ganarlo en un año en que hubo una competencia feroz.

El fallecimiento de Unsworth afectó especialmente a Richard Donner y a Tom Mankiewicz, puesto que había sido el operador inglés su más fiel aliado en los momentos más duros de un rodaje que se salía de presupuesto, se retrasaba y enfrentaba al director con los productores. Por ello, Donner luchó por colocar esa dedicatoria al comienzo del film y a toda pantalla, y no al final de la película en un crédito pequeño como es habitual.


"Esta película está dedicada con amor y respeto a Geoffrey Unsworth, O.B.E."

 

Justo después del rótulo que indica que Superman fue distribuida por la Warner Bros, aparece esta inusual dedicatoria. Geoffrey Unsworth era el director de fotografía de la película y sin lugar a dudas el miembro más querido de todo el reparto y equipo técnico que rodó el film.

 

 

 

Nacho Aguilar.

 



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