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SHAW BROTHERS: 80 AÑOS ENTRETENIENDO AL MUNDO.
LOS INICIOS
La Organización Shaw fue fundada en 1924, cuando Tan Sri Runme Shaw (1901-1985) llegó a Singapur desde Shanghai. Era el tercero de siete hermanos hijos de un comerciante textil, Shaw Yuh Hsuen (1867-1920).
En Shanghai, Runme y sus hermanos ya poseían una productora de films llamada Unique Films Productions (Tian Yi Film Co.) con la cual producían películas mudas. No satisfechos con su mercado doméstico, los hermanos buscaron oportunidades de negocio por todas partes, pero especialmente en el Sudeste Asiático. Runme como gerente de la distribución se encargó de esta tarea. Originalmente el destino de Runme era Indochina, donde él esperaba encontrar distribuidores para sus films, pero casi por obra del destino se le prohibió aterrizar allí. En su lugar, acabó en Singapur. Dos años más tarde le acompañaría su hermano Sir Run Run Shaw (1907- ).
LA EPOCA MUDA 1920-1930
Las primeras películas que hicieron en Singapur eran mudas. Una de las razones fue que las películas pudieran ser comprendidas por todos los dialectos que se hablaban en Singapur en esos tiempos. Así, las películas Cantonesas, Hainanesas, Hokkien, Teochew o Hakka "sonaban" todas igual. Esta táctica se convirtió en un éxito instantáneo para las masas hambrientas de entretenimiento de Singapur.
Pero para los recién llegados como Runme y Run Run, encontrar distribuidores y exhibidores para su marca de películas mudas era muy complicado. Como Shanghaineses se encontraban fuera del altamente protegido mercado cinematográfico dominado por los Cantoneses, Hokkien y Teochew, los cuales controlaban el negocio local cinematográfico. Los distribuidores locales pensaban que los Shaw importaban los films directamente desde China, y los exhibían en sus cines, así que muy pocos distribuidores querían lanzar las películas mudas de los Shaw.
En 1927, comenzaron a operar su propio cine en el distrito Tanjong Pagar. Este primer local construido en madera, era conocido como The Empire. El local estaba subalquilado por un tal Sr. Koong y pagaban la enorme renta, para aquella época, de 2000 dólares mensuales. Los hermanos cobraban 50 céntimos por los duros bancos de las primeras filas, y 75 por las sillas de madera de detrás (donde se pedía a los clientes que trajeran sus propias almohadillas).
Las películas eran proyectadas sobre una tela blanca desde el techo, y durante la proyección se solía contratar a un pianista para que acompañara con su música a la acción. Esto se hacía no solo para añadir efectos dramáticos a la historia, si no para amortiguar el ruido del proyector y del público. Sólo dos pases se proyectaban por día.
UNIQUE FILM PRODUCTIONS
Los hermanos Shaw fundaron Unique Film Productions en Shanghai en 1924, cuatro años después de la muerte de su padre. La compañía estaba inicialmente ubicada, en la estrecha carretera de Donghengbin en Shanghai, pero la creciente producción demandaba más espacio, así que pronto se trasladaron al número 68 de Huade Road. El mayor de los hermanos, Runje Shaw, se encargaría de dirigir la compañía.
Runje era un afamado abogado con una exitosa carrera previa, pero su pasión por las artes interpretativas era mucho mayor. Como hobby, escribía obras de teatro para teatros de opera familiares en Shanghai. Posteriormente compraría junto con sus hermanos el Laughter Theatre en 1923, más como un entretenimiento que otra cosa, pero el éxito cosechado le llevaría a comprar 2 teatros más hacia 1928.
De hecho, el primer film mudo producido, distribuido y proyectado por los hermanos Shaw fue una adaptación de una de las más populares obras del Laughter Theatre, The Man From Shensi. En una estrategia para abaratar costes, los Shaw llevaron una cámara a la representación de la obra, y directamente convirtieron la representación teatral en una película muda. Este sólo sería el primero de una larga cadena de éxitos.
Posteriormente Runme y Run Run incorporaron otras compañías como la Hai Seng Co. para facilitar la distribución y exhibición de sus películas. Ahora ya no solo manejaban su propia producción, también adquirían películas de otras compañías chinas. El negocio se expandía desde sus humildes orígenes.
Durante la década de los 30, la expansión de los Shaw se centró en Malasia. Mediante acuerdos con los propietarios de los teatros locales, la red de exhibición iba aumentando. Con tanto territorio que cubrir, y tantas ciudades que visitar, los hermanos hacían turnos conduciendo por la noche, y solo paraban para cubrir las necesidades más elementales. Cuando algún viaje era especialmente largo, solía acompañarles la esposa de Run Run, Mei Chan, reclutada como conductora extra.
Muchas de las ciudades o zonas rurales no disponían de cine o teatro, así que se hacían shows itinerantes en tiendas de campaña o al aire libre. Sólo dos operarios eran necesarios para manejar el cine móvil, y el precio de las entradas era asequible para todos, 5 céntimos, aun así no era de extrañar que las mejores recaudaciones se obtuvieran justo después del día de paga, al final de cada mes.
Si en alguna de estas ciudades las películas probaban ser muy populares, los Shaw construían un cine permanente. Al ir construyendo cines por toda Malasia, los Shaw normalmente compraban más tierra de la que era necesaria alrededor de las instalaciones. Correctamente pensaban que un cine exitoso beneficiaría a los negocios colindantes, haciendo subir el valor del terreno, y asimismo obtenían unos ingresos extra por la revalorización del suelo.
LA LLEGADA DEL SONORO Y LAS PRIMERAS DIFICULTADES
En 1933 se introdujo el sonido en Singapur y Malasia, y los Shaw, fueron nuevamente pioneros en la producción de películas sonoras en Hong Kong y Shanghai. Estos primeros films eran operas cantonesas rodadas con la nueva tecnología. El género musical cantonés supuso un éxito inmediato, películas como White Dragon, protagonizadas por populares estrellas de opera, engrosaron 85.000$ en su primera exhibición en China, mientras que su coste solo ascendía a 1.500$.
Pero no todo iba a ser un camino de rosas, durante la Gran Depresión pasaron tiempos difíciles. Nadie iba a los cines, estos permanecían casi vacíos pese a la reducción de precios en las entradas (bajaron de 50 a 5 céntimos), las sesiones dobles, o la incorporación de actuaciones en directo para animar los shows.
A todo esto, hubo que sumarle la competencia de las producciones locales malasias. Esto animó a los Shaw a traspasar equipos de producción de Hong Kong y Shanghai hacia Malasia, para así satisfacer mejor las necesidades del público autóctono, y hacer películas que reflejaran mejor su cultura y tradiciones propias. La variedad de géneros, desde dramas familiares, a historias de terror, fue una constante de esta nueva rama de producción, con títulos como Hanchor Hatt (Broken Heart), Mata Hantu (Ghost Eyes), o Kekasih Tiga (Three Lovers).
En las siguientes décadas, los Shaw diversificaron sus negocios. Ya disponían de mas de 130 cines por toda Asia, y decidieron invertir en Parques de Atracciones y Ferias. Los dos más populares fueron el Great World y el New World, donde eran tan famosas las montañas rusas, como las chicas del cabaret y de los espectáculos.