En pleno auge del cine de catástrofes, la Universal había tenido mucha prisa para que tanto Aeropuerto 1975 como Terremoto
fueran estrenadas, porque a primeros de 1974 Warner
Bros. se había hecho con los derechos cinematográficos de la novela de
Richard Martin Stern "La Torre" (The Tower) y Twentieth Century Fox, por orden de Irwin Allen, con los de "El infierno de cristal" (The Glass
Inferno), escrita por Thomas N. Scortia y Frank M. Robinson, con lo cual había un cierto riesgo de
saturar los cines con films de similar temática y estrenar antes podía
proporcionar una enorme ventaja en taquilla.
Como se puede observar por los títulos de ambas novelas, las
dos trataban sobre el incendio de un rascacielos, así que
Irwin Allen propuso a la
Fox y
a la
Warner unir sus recursos para producir un solo
film. Este histórico pacto, que después sería algo habitual en Hollywood,
posibilitó un descomunal presupuesto para la época de 15 millones de dólares, el
triple de los que había costado
La aventura del Poseidón y más del doble que
Terremoto.
Twentieth Century
Fox se haría cargo de la distribución en Norteamérica y
Warner Bros. de la del resto del mundo. Naturalmente, cada
estudio recibiría la mitad de los beneficios de
El Coloso
en Llamas, título español del film.
Lo primero que hizo Allen una vez conseguido este pacto fue
contratar de nuevo a Stirling Silliphant para
escribir el guión, fundiendo en el mismo ambas novelas. Así, el clímax de "La
Torre" - la huida de las personas atrapadas en el edificio a través de una silla
colgante hasta el rascacielos colindante - y el final de "El Infierno de
Cristal" - la voladura de los depósitos de agua situados en lo más alto del
edificio o- aparecerían en la película. Tal fue la labor de síntesis de
Silliphant que el título original también es una mezcla de los dos libros: "The
Towering Inferno".
Así pues, una vez escrito el guión, el argumento del film
sería el siguiente: un edificio de 138 plantas sufre un incendio la noche de su
inauguración debido a que el constructor ha infringido las normas de seguridad
de este tipo de edificios para ahorrar dinero en materiales. Trescientas
personas quedan atrapadas en el salón de fiestas situado en la planta 135,
mientras los bomberos y el arquitecto del rascacielos tratan de salvar a los
invitados y apagar el gigantesto incendio.
El siguiente paso dado por Allen sería proceder a la
contratación de los actores. La mayor estrella masculina de la época, Steve McQueen, interpretaría a Doug Roberts, el arquitecto
del edificio. Ernest Borgnine, sería Michael
O'Hallorhan, el heroico jefe de bomberos, Faye
Dunaway sería la novia del arquitecto, William
Holden encarnaría a Jim Duncan, el constructor del edificio y la modelo
Susan Blakely a su hija Patty, casada con Roger
Simmonds (Richard Chamberlain), encargado de la
instalación eléctrica del complejo. Jennifer Jones
(en su último film) y Fred Astaire interpretarían a
una pareja de ancianos que se enamoran durante la noche, Robert Vaughn a un senador encargado de los planes de
ordenación urbana, O. J. Simpson sería el jefe de
seguridad del edificio y Robert Wagner el publicista
del mismo, destinado a una trágica muerte entre las llamas.
Pese a que el papel del arquitecto era el protagonista, a
Steve McQueen le gustaba más el del jefe de bomberos,
por lo que sugirió a Irwin Allen que Paul Newman interpretase al arquitecto y él mismo al bombero, una vez
que Silliphant reescribió algunas escenas con el fin de darle a este papel un
mayor protagonismo. Esto nos lleva a la anécdota de que tanto McQueen como
Newman tienen exactamente el mismo número de líneas de diálogo y en los
créditos, el nombre de McQueen aparece a la izquierda de la pantalla y el de
Newman a la derecha, si bien este un poco más alto por lo que dependiendo de por
dónde se lea encabezará el reparto uno u otro. Cada uno cobró 1 millón de
dólares por su actuación más un 7,5% de los beneficios.