Estrenos DVD y Blu-ray - Zonadvd.com
 >> Búsqueda por título, director, actor...
contacto
Cine y Blu-ray en www.mubis.es

La invasión marciana de H.G. Wells


En 1898, el prestigioso novelista Herbert George Wells publicó La Guerra de los Mundos, la que sería su obra más apocalíptica y pieza maestra dentro del género de la ciencia-ficción. Una novela que, ya asumida la revolución industrial y en pleno proceso de desarrollo social hacia el avance científico y desarrollo técnico, en el período finisecular precedente al siglo XX reflejó una de las críticas más demoledoras al imperialismo británico y al escarnio en contra de la superioridad del ser humano y su progresiva civilización.

Expone mediante una subversiva imaginería que más allá de doctrinas o religiones, el ser humano no posee ninguna preeminencia en el Cosmos Vital del Universo. Wells centró con ello una iracunda diatriba a la expansión territorial británica hacia la costa del Pacífico, que justificaba cualquier acción, encaminada a aumentar su influencia colonial sobre cualquier parte del continente asiático y americano.

Para este tratado de pesimista impotencia frente a una humanidad enardecida por su creciente ambición dominadora en una sediciosa visión de la globalización de la política internacional, Welles recurrió a un género que no le era ajeno, ya que previamente había publicado La Máquina del Tiempo, incursión en el scientific opera que marcó Percival Lowell con su libro Mars, también de corte fantástico, pero sin ninguna intención crítica ni trascendente en su vertiente ficticia como lo supuso La Guerra de los Mundos. La novela está narrada desde el punto de vista de un hombre que, debido a una progresiva invasión extraterrestre de la Tierra ejecutada de forma agresiva por marcianos en busca de un lugar que colonizar por la decadencia de su ecosistema, intenta sobrevivir al apocalíptico desastre.

La Guerra de los Mundos - Novela H.G. Wells


Con la actitud de este hombre inmerso en la pesadilla alienígena, se descubre una tesis que apela al instinto de supervivencia, al igual que los marcianos, en una suerte de visión desmoralizada del darwinismo. No faltan los vehículos cilíndricos donde viajan los marcianos, ni esos míticos trípodes con brazos tentaculares de infinito potencial destructivo, ni los aliens que se alimentan de sangre humana y propician la rápida propagación de plantas marcianas. Con un estilo donde el realismo forma parte de las grandes virtudes de una obra maestra literaria incomparable, Wells compuso un contemplativo enfoque del género marciano que, más allá de renovar los fatigados dictámenes del decreciente romanticismo del siglo XIX, supuso una innovadora metáfora de la sociedad, de su ambición desarrollista y de las mentalidades del hombre moderno.

La primera y más célebre adaptación de La Guerra de los Mundos llegaría la noche de Halloween de 1938, cuando el guionista Howard Koch trasladó con la imponente voz de Orson Welles una inquietante dramatización radiofónica de la obra de H.G. Wells, confirmándola así como la gran novela de referencia dentro del género. El futuro realizador de Ciudadano Kane adicionó una perfecta ambientación sonora, muy realista, que llegó a provocar una inusitada histeria colectiva. Utilizando como foco de propagación las ondas hertzianas y el espectáculo del Mercury Theatre, los programas y el espectáculo del teatro se interrumpía para emitir la difusión de comunicados de última hora sobre un supuesto ataque extraterrestre, ya que esta metodología había sido utilizada previamente para avanzar los rumores de un inicio de las agresiones contra las potencias del Eje. Así, los oyentes que sintonizaron el programa lo tomaron como algo real, provocando pánico en las calles de Nueva York y Nueva Jersey, llegando algunos ciudadanos al suicidio, efecto y parte de toda buena leyenda urbana.


Orson Welles - La Guerra de los Mundos - Radio


El éxito del programa no tardó en ser el foco de atención para los grandes estudios de Hollywood, que vieron en la obra de Wells la oportunidad perfecta para una superproducción cinematográfica. Fue la Paramount la que la llevaría por primera vez a la gran pantalla la novela, incitada por el inesperado éxito de El Enigma de Otro Mundo’, de Nyby & Hawks en 1951. Dos años después La Guerra de los Mundos era una realidad convertida en celuloide de la mano del productor George Pal y el director Byron Haskin, que intentaron dotar al filme de todos los recursos técnicos y artísticos disponibles en la época, efectos especiales de última tecnología, la pareja protagonista formada por Gene Barry y Ann Robinson, el apoyo logístico ofrecido por las fuerzas armadas estadounidenses y una campaña de promoción insólita en aquellos tiempos.


La Guerra de los Mundos 1953


Si bien la película de Haskin ha perdido eficacia con el paso de los años y la evolución de los efectos especiales, también es cierto que no por ello deja de ser una obra cumbre del género de ciencia ficción al adoptar entonces grandes probidades que impondrían considerables innovaciones dentro del género, como la perfecta utilización del sonido, algunas técnicas de efectos especiales vitales para su posterior desarrollo y perfeccionamiento y un ritmo frenético donde no faltan majestuosas secuencias bélicas en las que sobresale una fascinante fotografía de apocalíptica factura. Una cinta que lleva con dignidad la conducta lógica del contexto extraterrestre, planteando las cuestiones vertebrales de la obra de Wells en su exposición de invasión y fluctuación humana que se deja caer en el teologismo final cuando los humanos, incapaces de asimilar la invasión, se refugian en las Iglesias rezando como último resguardo, sumisos a la tutela de un dogma, la inopia de los atemorizados humanos incapaces de sobrevivir al terror colonial. Algo lógico en cualquier época conservadora, pero que supone la peor cualidad argumental de la película de Haskin.




copyright © zonadvd networks s.l. on line desde 2004 - Todos los derechos reservados - v3.1 | Aviso legal
Las imágenes y productos aparecidos en zonadvd.com son marca registrada y/o copyright de sus respectivos propietarios
y su uso en este sitio web es única y exclusivamente con carácter informativo.