La humanidad de HGW XX/7
He tardado bastante en verla. Mucho, diría yo. Pero al fin me
acerqué a una pequeña sala cinematográfica para ver las bondades del último
filme ganador del Oscar a la mejor película de habla no inglesa en su última
edición. Le preguntas respecto a la rivalidad que muchos han querido ver (entre
los que me incluyo) con El Laberinto del Fauno, de Guillermo del
Toro, quedaron esclarecidas tras su visionado ¿Es mejor película la alemana
que la hispanomexicana? Desde mi punto de vista, no ¿Cinematográficamente es
superior? Tampoco ¿Está mejor dirigida? En absoluto ¿Es merecedora del Oscar
sobre 'El Fauno...'? Sabiendo cómo
reparte estos premios Hollywood, no me cabe ninguna duda ¿Es una digna ganadora?
Por completo, rotundamente sí.
‘Das Leben der Anderen (La
vida de los otros)’ desglosa una parte de la historia de la Alemania
dividida de los 80, cuando la Stasi representaba una opresora policía secreta
con la que el régimen comunista de Erich Honecker mantuvo a la
República Democrática Alemana sometida desde 1971 hasta 1989, cuando el
silencio, la distancia, cualquier susurro perdido ocultaba una libertad
coartada, subyugada por aquel régimen. Situados en un tiempo que precedió a la
caída del Muro de Berlín, dentro de un contexto tan mefítico como frío y oscuro,
el espía de aquella Stasi, Gerd Wiesler, es elegido para vigilar la intimidad de
un autor teatral y su musa actriz, supuestamente en contra a la dictadura
comunista. Sin embargo, el día a día, la soledad, la rutina, los mecanismos del
régimen, hacen que Wiesler se posicione de parte de sus incautos espiados,
protegiendo sus intereses por encima de su trabajo.
Para ser una ‘opera prima’, Florian
Henckel von Donnersmarck (al que, para abreviar, vamos a llamar "Flori")
profesa con una precisión (a veces excesivamente hierática y fría) una magnífica
sobriedad que logra reforzar cada gesto y mirada, curtiendo los diálogos de una
significación que van mucho más allá del ‘thriller’ político que propone,
deteniéndose en los momentos de intimidad, de amor y engaño, los mismos que
logran ablandar el corazón de una bestia delatora y espía compartidos en todo
momento por el espectador. ‘La vida de los
otros’ busca, en el fondo, una venia algo embaucadora a la hora de
dibujar las huellas de la política alemana antes de la caía del muro, con una
autoindulgente variante acusadora de la intromisión totalitaria del fascismo
izquierdista, pero utilizando a la vez la figura de Bertold
Bretch como detonante que invoca la misericordia y despierta la humanidad
del solitario agente de la Stasi Wiesler. La subversión intelectual que genera
la opresión de los poderes sociopolíticos, aquellos que cercenan la libertad y
prostituyen la inteligencia le sirven al director para acentuar las anemias
personales frente a la tiranía autócrata, para encontrar el objetivo de empatía
entre personajes y público que logra con un paradójico
distanciamiento.
Una magnífica película trenzada a base de
cuestionamientos existenciales y morales, donde verdugos y víctimas representan
por igual las dudas, las hendiduras espirituales y las inicuas contradicciones
inherentes al ser humano. Pero a pesar de la portentosa capacidad para describir
el lapso histórico y los tormentos personales de sus criaturas sin ningún tipo
de alarde ni grandilocuencia narrativa, "Flori" rompe su brillante contención
con un desenlace atropellado, con inacabables elipsis temporales, con
redundancias y elucidaciones que se antojan gratuitas e innecesarias, dilatando
sin sentido el final después de haber deleitado al personal con una
impresionante historia en la que destaca, de forma muy particular, el trío
interpretativo formado por Ulrich Mühe, Martina
Gedeck y Sebastian Koch.