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Rick Deckard merodea en la jungla de microchips de Los Ángeles del siglo XXI. Es un blade runner, un policia especial cuya misión consiste en perseguir y eliminar replicantes, seres creados por ingeniería genética casi indistinguibles de los humanos y utilizados en las colonias espaciales. Cuatro de ellos secuestran una nave y regresan a la Tierra con la intención de buscar a su creador...
El origen de Blade Runner
En 1968 Philip K. Dick publicó la novela corta de ciencia ficción ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Do androids dream of electric sheeps?). Se desarrolla en una desértica San Francisco tras una devastadora Tercera Guerra Mundial que ha dejado la Tierra semidespoblada debido a que quienes tienen recursos económicos se han ido a otros planetas. Los pocos humanos que quedan controlan sus estados anímicos con un "órgano de ánimos" y socialmente están obligados a tener animales en sus casas para estar bien considerados. El problema es que con la contaminación provocada por la guerra apenas quedan muy pocos animales vivos y estos tienen unos precios astronómicos, por lo que muchos deben conformarse con animales artificiales de peor consideración social. El cazarrecompensas Rick Deckard es contratado para encontrar y matar a unos androides creados a imagen y semejanza de los humanos y a los que sólo se les puede distinguir por su falta de empatía. Deckard acepta el encargo con la esperanza de poder sustituir su oveja eléctrica por un animal de verdad con el que podrá agradar a su su esposa y ascender en la escala social.
Hampton Fancher, posteriormente guionista pero entonces aún actor, fue quien primero vio el potencial de la novela y a quien se le ocurrió la idea de adaptarla al cine, para lo que mantuvo varias entrevistas con el escritor Philip K. Dick con el que pudo contactar gracias al también autor de ciencia ficción Ray Brabury. Pero la desconfianza de Dick ante la adaptación cinematográfica hizo que no se llegará a ningún acuerdo y no fue hasta 1978 cuando Fancher por fin consiguió hacerse con los derechos. Tras realizar cuatro versiones del guión cinematográfico, en el que Philip K. Dick no quiso participara aunque se le ofreció hacerlo, las conversaciones iniciales con Universal no llegaron a buen puerto dado que el director que empezó en el proyecto, Robert Mulligan, no llegó a un acuerdo económico con la productora y además estos querían que se cambiarán a un final feliz.
Mulligan abandonó y en ese momento entró como director el inglés Ridley Scott a quien se le había enviado una copia del guión pero que inicialmente lo había desestimado porque no quería volver a hacer una película de ciencia ficción tras el éxito de su segundo largometraje Alien, el Octavo Pasajero(1979). Este inglés nacido en 1934 estudió pintura y fotografía dedicándose con gran éxito a su trabajo en el mundo de la publicidad. En 1977 dirigió Los Duelistas -su primer largometraje- en el que evidenció sus preferencias en cuanto al aspecto visual, el cual predomina en toda su filmografía con una búsqueda del esteticismo por encima de otros aspectos fílmicos, lo que en algunos casos lastra su cine condenándolo a veces a la mera admiración visual. Su siguiente película, Alien, el Octavo Pasajero (1979), obtuvo un arrollador éxito en un film de ciencia ficción y posiblemente tuvo mucho que ver en la llamada que se le hizo para dirigir Blade Runner.
La producción finalmente corrió a cargo de la compañía Ladd Company, creada en aquella época por Alan Ladd, Jr. quien había sido el responsable de preparar para la Fox La Guerra de las Galaxias (1977). Scott quiso introducir cambios en el guión de Fancher con los que éste estaba en desacuerdo y para llevarlos a cabo se contrató a David Peoples, quien realizó las modificaciones que pedía el director trabajando sobre el guión de Fancher sin tener en cuenta la novela. El propio Philip K. Dick se mostró satisfecho con el guión modificado.
No se usó el título de la novela porque, en palabras de Ridley Scott, es adecuado para un libro pero no para una película y podría haber hecho que se metiera al film en la categoría de arte y ensayo perjudicando su distribución notablemente. Blade Runner es un término cuyos derechos adquirió el propio Scott como título a Alan E. Nourse y William S. Burroughs, autores de sendos libros relacionados entre sí de los que sólo se utilizó el título; a ambos escritores se les dedica incluso un agradecimiento en los créditos del film. Se escogió principalmente por su sonoridad y por evocar levemente el oficio del protagonista con un término directo y no utilizado más que en contadas ocasiones hasta la fecha.
La película costó 28 millones de dólares y no funcionó nada bien en taquilla, pero rápidamente consiguió acceder al estatus de película de culto con una enorme influencia en el cine de ciencia ficción que se realizó posteriormente, debido al tratamiento adulto de la historia y al impactante aspecto visual de la película con un excelente diseño de producción y unos efectos especiales espléndidos a cargo de Douglas Trumbull, Richad Yuricich y David Dryer.
En 1992 se reestrenó en cines con un montaje aprobado por el director que eliminaba la voz en off, modificaba el final para hacerlo más ambiguo y menos optimista y eliminaba algunos planos violentos. Lo más importante y controvertido de este montaje es que sugiere que el personaje de Rick Deckard es en realidad un replicante, lo que modifica notablemente la percepción de la película. No hay unanimidad al respecto pero se puede considerar que en el montaje original no hay indicios de que Deckard sea un replicante, mientras que en la versión del director se insinúa claramente dejando la respuesta en la interpretación del espectador ante la información aportada.
En 2007 Warner y el director inglés hicieron el que se puede considerar como montaje definitivo que, en esencia, es similar al montaje del director de 1992 pero añadiendo las escenas violentas que allí se habían quitado, corrigiendo algunos fallos y añadiendo algunos planos.