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El Orfanato es una coproducción cinematográfica
mexicana-española del año 2007. Se trata de la ópera prima del director
Juan Antonio Bayona y fue producida por Guillermo del Toro y
protagonizada por Belén Rueda.
En ella Laura regresa
con su familia al orfanato donde creció con la intención de abrir una residencia
para niños discapacitados. Su pequeño hijo Simón, comienza a
dejarse llevar por extraños juegos de fantasía que dejarán de ser una mera
diversión para convertirse en una pesadilla que amenazará, no sólo el presente
de Laura, sino también sun propio pasado...
El Orfanato fue la película española más taquillera del año
2007, y la segunda más taquillera de la historia después de Los
Otros. Fue vista por más de cuatro millones de espectadores y recaudó casi
12 millones de euros en sus primeros veinte días. Además,
obtuvo siete Goyas en la pasada edición de la gala de los
premios de la Academia de las Artes y las Ciencias
Cinematográficas Española y fue elegida como representante de
nuestro país en los Oscar.
El proyecto
Hay que buscar en la precoz imaginación de Sergio G. Sánchez para hallar la
chispa que encendió la escritura de El Orfanato. El
guionista asturiano recuerda como de niño llamaba la atención de su madre
inventando amigos invisibles, hasta el punto de llegar a inquietarla en más de
una ocasión. De esa idea nació un guión de cortometraje, Sé
que estás ahí que una vez desarrollado se convertiría en el primer draft
de El Orfanato. Tras pasar unos años guardado en un
cajón, el guión recibió un fuerte impulso al ser seleccionado por el laboratorio
de guiones del Sundance Institute. Fue entonces cuando G. Sánchez, conocedor de
la relación de J.A. Bayona con la productora Rodar y Rodar, le propuso a éste
dirigir El Orfanato. Rodar acogió con entusiasmo el
proyecto y de inmediato puso en marcha la producción.
Para J.A. Bayona “la reescritura del guión fue el trabajo más complicado, que nos llevaría año y medio de tiempo. Cuando entré en el proyecto necesité hacerme propio el texto, así que replanteamos la historia casi de cero. Mi primera pregunta fue "¿Porqué regresa Laura a la casa donde creció de niña?". Ahí estaba la clave de todo. El Orfanato se convirtió así en un viaje hacia atrás en el tiempo, una regresión, un retrato psicológico de alguien que se aferra al pasado para escapar del presente”. Sergio G. Sánchez se refiere así al hecho de que su primer guión sea una película de terror: “Supongo que es una cuenta pendiente con mi propia infancia. Sin querer me ha salido una película como las que a mí me entusiasmaba ver de pequeño. Películas como Poltergeist, La Profecía o La Semilla del Diablo con las que destrocé los cabezales del primer VHS que entró en casa”.
El argumento de la película sigue a Laura, una mujer que regresa con su
familia al orfanato donde creció con la intención de abrir una residencia para
niños discapacitados. El nuevo entorno despierta la imaginación de su hijo
Simón, que comienza a dejarse llevar por juegos de fantasía cada vez más
intensos. Estos van inquietando a Laura hasta el punto en que llega a pensar que
hay algo en la casa que está amenazando a su familia. La escalada de extraños
acontecimientos le llevará a buscar la ayuda de parasicólogos.
El Orfanato comparte mucho con un tipo de cine fantástico que ya no se practica. Se trata de un terror que parte de elementos cotidianos para ir contaminándose poco a poco hasta adentrarse en el miedo y la locura absoluta. El terror que se describe no viene del espacio exterior, ni de la mente retorcida de un psicópata, ni es consecuencia de que los protagonistas se adentren en algún territorio prohibido. Aquí el miedo nace en un entorno idílico, en el corazón de la familia perfecta. Y crece de manera inesperada amenazando con destruir por completo a dicha familia.
No es un film de terror al uso. Posee una raíz melodramática que consigue
equilibrar secuencias de gran belleza lírica con conceptos como la enfermedad o
la deformidad. Para Bayona “el cine de terror es trasgresión. Ha de llevarnos a
sitios a los que tenemos miedo a entrar o descubrirnos partes de nosotros mismos
que nos asusten. Los conceptos de enfermedad o fealdad son malformaciones de
nuestra estabilidad. Hay que romper ese equilibrio y darles la vuelta. Será
entonces cuando estemos realmente asustados, ¿Qué mundo está más enfermo, el
real o el que imagina Laura?
Para Bayona, que cree que mientras el espectador sepa menos de la trama más disfrutará de la película, "El Orfanato" habla básicamente del miedo a la separación. Todos los personajes de esta película conviven con el trauma de una separación en su pasado o con la amenaza de una separación inminente. Y ese miedo termina por materializarse en algo vivo y presente dentro de la casa que convertirá el sueño de un hogar idílico y feliz en la más devastadora de las pesadillas”.