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Quince años después, Pesadilla Antes de Navidad sigue siendo una de las películas de referencia y revitalizadoras de la técnica stop-motion. Originalmente, Tim Burton tenía pensado redactar e ilustrar un libro con tendencias poéticas (rimas y versos sueltos principalmente) y personajes animados para el entretenimiento de las audiencias más pequeñas. Sin embargo, en 1993 terminó produciendo este largometraje — el cual, curiosamente, no pudo dirigir por su colaboración dentro de la franquicia de Batman, otra de las películas marcadas con el inconfundible sello de este director.
La película gira en torno al rey del país del Halloween y sus intenciones por convertirse en un benévolo Santa Claus. Cansado de la rutinaria tarea de asustar y ver cómo grita la gente, Jack Skellington, el rey de las calabazas de Halloween, anhela difundir el espíritu navideño. Pero su feliz misión pone a Santa en peligro, y todo se convierte en una pesadilla para los niños y niñas buenos de todo el mundo.
Dirigida por Henry Selick y basada enteramente en la historia y los personajes de Burton, supuso un antes y un después en el género de animación, llegando al grado de película de culto del que goza en la actualidad.
LA IDEA ORIGINAL
La idea original para esta película le vino a Tim Burton
mientras trabajaba como animador para Disney. La película comenzó a tomar forma
en su cabeza cuando en una tienda vio cómo quitaban la mercancía de Halloween
para ser cambiada por la de Navidad.
En una entrevista de la época, Burton explica que, a diferencia de otras películas cuya idea principal giraba en torno a la destrucción de la Navidad, Jack (el personaje protagonista) en realidad quiere celebrarla pero termina casi destruyéndola accidentalmente.
En el trabajo, Burton escribió un poema en un pedazo de papel y lo acompañó de unos cuantos dibujos. En esta versión inicial, solo se incluía a Jack, Zero y Santa Claus. El resultado, sin embargo, fue muy diferente a este primer planteamiento. Al final, el guión fue adaptado por Michael McDowell y dirigido por Caroline Thompson.
UN ARGUMENTO ÚNICO
Jack es un tipo amado y respetado por los habitantes de
Halloween Town, pero un día cae en una profunda depresión
provocada por el aburrimiento que le supone celebrar, año tras año, la fiesta de
Halloween. Con este ánimo sale a pasear por el bosque con su perro fantasma,
Zero, y descubre un árbol que nunca había visto antes: el Árbol
de la Navidad. Una puerta secreta le lleva a un pueblo de nieve, luces, color y
felicidad. Justo lo que estaba buscando.
Cuando regresa a Halloween Town, Jack reúne a sus
conciudadanos para explicarles las ventajas de su descubrimiento. Sin embargo,
no tiene éxito con la explicación en un pueblo donde todo es demasiado siniestro
y Jack acaba por encerrarse en su casa para lograr de entender el verdadero
sentido de la Navidad. Convencido de que la Navidad es lo único que importa en
el mundo, Jack anuncia a los habitantes de la ciudad de Halloween que ese año
asumirá el control de la Navidad. De esta forma, comienza a asignar tareas a
diferentes personajes: Sally hará el traje de Santa Clavos, el Dr. Finkelstein
logrará dar vida a varios esqueletos de reno y Lock, Shock y Barrel son los
encargados de secuestrar a Santa.
A pesar de que la idea de Jack es hacer unas Navidades alegres, los habitantes de Halloween Town acaban mezclando sus sentimientos positivos con los que normalmente tienen en Halloween, creando horrorosos elementos decorativos que más que alegrar asustan a cualquiera. Sally, que está secretamente enamorada de Jack, trata de advertirle de los desastres que se avecinan.
Es víspera de tan ansiada fecha, Jack embarca en su trineo-ataud con los
juguetes hechos en Halloween Town para compartirlos con el mundo entero, pero
los ciudadanos del mundo real no consiguen sentirse bien con esos engendros
oscuros y góticos.
Con Santa secuestrado por los habitantes de Halloween Town, en el mundo real deciden suspender la Navidad y en ese momento Jack se da cuenta de los errores que ha cometido y trata de enmendarlos. Una nevada en Halloween Town terminará por hacer entender a sus habitantes lo importante que era la Navidad.
UNA TÉCNICA ANTIGUA: EL STOP-MOTION
Para esta película, Tim Burton y su equipo utilizaron la técnica del
stop-motion, una técnica antigua (dicen que casi tanto como el propio
cine) que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos capturando
fotografías. En general, se denomina animaciones de stop-motion a las que no
entran en la categoría de dibujo animado, que no fueron dibujadas ni pintadas,
sino que fueron creadas tomando imágenes de la realidad.
LOS HITOS DE LA PELÍCULA
Con un presupuesto de menos de 18 millones de dólares, tan sólo una fracción del coste normal de una película de animación, Pesadilla antes de Navidad se convirtió en el mejor largometraje animado stop-motion del momento.
En una etapa de la producción hubo 14 animadores trabajando de forma
simultánea en 19 de las 20 secciones del proyecto, lo que dio como fruto una
media de 70 segundos de película acabada por semana. Hubo un
total de 230 escenarios y más de 200 figuras stop-motion, y lo que todavía más
increíble: Jack, el protagonista de la película, disponía de 180 cabezas
reemplazables con expresiones faciales diferentes, con lo que se logró
un amplio rango de expresión.
Antes de Pesadilla antes de Navidad, la animación
tradicional stop-motion hacía uso de una cámara fija. Este proyecto revolucionó
el sistema de control de movimiento de imágenes por ordenador denominado mocon.
Dicho de otra manera: se utilizó un robot preprogramado para rodar, realizar
giros e inclinaciones a cámara lenta y de forma sincronizada, con figuras. Por
primera vez, los personajes animados se podían grabar como si realmente se
estuvieran moviendo por el escenario.
Tras tres años de producción, Pesadilla antes de Navidad, se estrenó el 22 de octubre de 1993, recibió críticas muy favorables, y alcanzó en taquilla la suma bruta de 73 millones de dólares, todo un récord para largometrajes stop-motion.
LA IMPORTANCIA DE LA MÚSICA EN LA PELÍCULA
Trabajando en Eduardo
Manostijeras con el compositor cinematográfico estadounidense, Danny
Elfman, Burton aprovechó para enseñarle el poema original y los bocetos
para Pesadilla antes de Navidad. A partir de entonces, ambos compartieron el
mismo entusiasmo por el proyecto.
Antes de que existiera incluso un guión, Burton y Elfman se pusieron a trabajar con la música: Burton describía cada parte de la historia y Elfman inmediatamente escribía la letra de las canciones. Las grababa en su estudio, dando voz en las pruebas de audio a todos los personajes, salvo al de Sally. Posteriormente, Elfman daría voz a Jack en el largometraje final.
Las diez canciones, con su rima “seussiana”, sirvieron para definir los personajes e ir avanzando en el argumento de la película. La guionista Caroline Thompson, tuvo que escribir el guión a partir de las letras de las canciones y caracterizar a los personajes que todavía no estaban creados; no obstante, disfrutó diseñando una casa en la que todo el mundo estaba viviendo ya.