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Después del éxito de Lolita, Stanley Kubrick volvió a filmar otra de sus obsesiones, obteniendo de nuevo una obra maestra. ¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú es la visión apocalíptica de Kubrick de la guerra fría y del posible holocausto nuclear. Kubrick se basó en el libro Red Alert, de Peter George, pero a medida que iba preparando la producción descubrió que, convirtiendo la película en una sátira, ésta sería aún más aterradora. Kubrick volvió a contar con el gran Peter Sellers, esta vez con el reto de interpretar cuatro papeles distintos: el doctor Strangelove, el capitán inglés Lionel Mandrake, el presidente de los Estados Unidos Merkin Muffley y el mayor T. J. Kong, piloto del avión que lleva las bombas nucleares. Para bien o para mal, Sellers se rompió el tobillo y no pudo finalmente interpretar el papel de T. J. Kong, que acabó finalmente en manos de Slim Pickens. Analizamos aquí la edición especial editada por Columbia en nuestro país, que mejora sensiblemente la edición anterior, que carecía de contenidos adicionales. |
IMAGEN |
Comenzamos diciendo que el máster utilizado es el mismo que el de la anterior edición de la película, por lo que todos los comentarios que haremos en el capítulo de imagen son también aplicables a la versión anterior en DVD del film. Curiosamente, la película se presenta con una relación de aspecto variable, desde 1.33:1 hasta 1.57:1. Esto es debido a que algunas partes se rodaron con soft matte y otras con hard matte, por lo que la parte aprovechable del negativo no fue homogénea en todas las escenas. Aunque es de sobras conocido el gusto de Kubrick para que su obra fuera vista en los televisores a pantalla completa, creemos que en 1964 aún no se pensaba tanto en términos de exhibición televisiva, por lo que la relación de aspecto correcta para este film es la cinematográfica, es decir 1.66:1. Por lo tanto, las escenas con relaciones de aspecto más bajas sencillamente incluyen información irrelevante en su parte superior e inferior. El máster usado, además de no respetar la relación de aspecto original, no está restaurado. Se pueden apreciar algunos defectos de celuloide aunque para los años que tiene se conserva en bastante buen estado. El defecto más molesto son las marcas de cambio de bobina. A cambio, el DVD incluye el metraje íntegro, así que podemos ver partes que en su día fueron censuradas en España. Un ligero nivel de grano está presente a lo largo de toda la película, que suponemos proviene del material cinematográfico usado en el telecinado. En contrapartida, no se aprecian artefactos de compresión, gracias a una tasa de bits promedio para imagen de 5,0 Mbps, suficiente, pero que no hace que la imagen pueda considerarse como de referencia. En resumen, apreciamos una imagen más que aceptable para una película antigua, pero que contrasta con el cuidado de la edición y con las impecables restauraciones que han tenido otras películas de Stanley Kubrick. |
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Datos técnicos |