Los Otros

Alejandro Amenábar tenía 29 años cuando pudo rodar su tercer largometraje como director, protagonizado por toda una estrella de Hollywood (Nicole Kidman) y con la producción ejecutiva del entonces marido de la actriz (Tom Cruise). Los Otros está rodada en inglés, en estudio en Madrid y en una casa de Cantabria, simulando la Isla de Jersey del año 1945.

Nicole Kidman da vida a Grace Stewart, que vive con sus dos hijos Nicholas y Anne (James Bentley y Alakina Mann), encerrada en un caserón solitario junto con sus sirvientes Mrs.Mills (Fionnula Flanagan), Mr.Tuttle (Eric Sykes) y la muda Lydia (Elaine Cassidy). La atmósfera de la mansión se va volviendo poco a poco cada vez más angustiosa y terrorífica, porqué parece ser que los cinco no están solos en la mansión. La presencia de "Los Otros" es cada vez más evidente...

Sogepaq ha editado en España una excelente edición de esta película en dos discos, con abundantes contenidos adicionales.

El director de fotografía de Los Otros es Javier Aguirresarobe. Aunque la intención original de Amenábar era filmar en Scope con lentes anamórficas, Tom Cruise le convenció para utilizar el formato más convencional de 1.85:1 con lentes esféricas, por problemas que había visto en el rodaje de Mission: Impossible 2 para poder mantener la escena correctamente enfocada.

El DVD conserva el aspecto original de cine (con una relación de aproximadamente 1.83:1), con mejora anamórfica.

La gran mayoría del film transcurre en interiores con muy poca luz o en exteriores con niebla (creada digitalmente). Por lo tanto, estamos ante una película muy oscura y con poco contraste, lo que presagia una difícil conversión al formato DVD.

Analizando a fondo la imagen, se ve que la definición es correcta, aunque no extraordinaria y claramente inferior a lo que hemos visto en otros DVD de películas contemporáneas. Se ha partido de un máster en perfecto estado, por lo que no se percibe ninguna clase de defectos de celuloide. El nivel de grano cinematográfico resulta también prácticamente inapreciable.

La imagen del DVD resulta muy fría, con muy poco contraste y con poco color; claro que esto es un efecto intencionado por parte de sus creadores. En cambio, vemos ocasionalmente algo de realce de contornos, que no debería estar presente.

En general, la compresión digital a MPEG-2, realizada con una tasa de bits (bitrate) promedio para la imagen de 5.5 Mbps, es bastante buena, aunque falla algo en los exteriores con niebla. Un análisis profundo muestra artefactos de compresión en los fondos de las escenas con poco contraste, aunque resultan poco molestos.

Sogepaq ha editado la película en un DVD-9, pese a su corta duración. El cambio de capa es bastante malo, ya que interrumpe la música (en un fragmento de música de piano) y pude llegar a provocar un chasquido al escuchar la pista DTS en algunos equipos.

Resumiendo, una imagen notable, aunque hubiera mejorado con algo más de resolución y cuidando más la compresión en las escenas de poco contraste.

Antes que nada, dejemos claro que, aunque se trata de una película española, su idioma original es el inglés, que es la lengua nativa de todos sus protagonistas.

La atmósfera sonora del film está muy condicionada por la sensación que Amenábar quería crear. Durante gran parte de la película, tenemos una banda sonora muy intimista, con un volumen muy bajo y sin ninguna direccionalidad, emanando únicamente del altavoz central. Sin embargo, en determinados momentos esta banda sonora se expande de forma súbita, tanto en volumen como en distribución por los diferentes canales, con unos espectaculares efectos sonoros puntuales que nos hacen saltar del sofá aterrorizados. Destacamos como momentos donde los altavoces laterales y surround son más activos los minutos entre el 30 y el 34.

Sogepaq ha incluido una auténtica orgía de pistas sonoras en este DVD, tres de ellas en Dolby Digital (Castellano, inglés y comentario) y otras tres en DTS (Castellano, inglés y comentario). Aunque aplaudimos la iniciativa de incluir DTS y Dolby Digital tanto en versión original como doblada, nos parece absolutamente innecesario tener el audiocomentario también repetido en estos dos formatos multi-canal, ya que lo único que hace es malgastar innecesariamente un espacio en el disco que se hubiera podido utilizar para mejorar la calidad de la imagen.

Volviendo al análisis del sonido, todas las pistas sonoras tienen restringido el uso del subwoofer únicamente a algunos momentos puntuales, aunque en estos momentos éste actúa con gran intensidad.

Los altavoces surround se utilizan esporádicamente para música y efectos específicos (pasos, golpes, caída de objetos). Los laterales izquierdo y derecho se usan también para música y efectos, con largos períodos en los que permanecen en silencio.

Todas las voces están únicamente situadas en el canal central, que también refuerza la música (por cierto, también compuesta por Alejandro Amenábar) y los efectos sonoros.

En conclusión, el DVD recoge perfectamente la atmósfera sonora del film, tal como pudo verse en los cines.

En castellano, tenemos también dos pistas de sonido, Dolby Digital 5.1 a 384 kbps y DTS, además del audiocomentario de Amenábar (también en Dolby Digital y en DTS).

En principio, la única diferencia entre los audios ingleses y los castellanos es la sustitución de las voces originales por las voces del doblaje. Como corresponde a una edición bien cuidada de una película contemporánea, podemos afirmar que la calidad en general de la pista sonora castellana es idéntica a la de la versión original.

Podemos ver en este gráfico una comparación de las cuatro pistas de audio principales durante toda la película (arriba: Inglesa; abajo: Castellana; izquierda: Dolby Digital; derecha: DTS). En primer lugar, comprobamos que tanto las pistas en inglés como en castellano son idénticas entre ellas en cuanto a mezcla, lo que confirma lo dicho anteriormente.

Sin embargo, resulta chocante ver que, al contrario de lo que suele ser habitual, las pistas en DTS están grabadas con un nivel sonoro inferior a las Dolby Digital. Por lo tanto, pueden dar la (falsa) impresión de que se oyen peor, cuando sencillamente suenan más bajo. Obviando este efecto de volumen, la diferencia en calidad sonora y fidelidad entre Dolby Digital y DTS resulta imperceptible.