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Boss Spearman (Robert Duvall) y Charley Waite (Kevin Costner) son dos de los últimos vaqueros. Son hombres de turbio pasado que ahora se dedican a hacer pastar al ganado por las praderas libres junto con Mose (Abraham Benrubi) y Button (Diego Luna). Mose es atacado por los hombres del cacique local cuando va al pueblo más cercano a recoger provisiones, lo que hace que Boss y Charley se vean obligados a pasar a la acción. Tras el fracaso crítico y comercial de El Mensajero del Futuro, Kevin Costner se desquitó con Open Range, un western de corte clásico y excelente factura visual, cuyo reparto se completa con Michael Gambon, Annette Bening y Michael Jeter. |
IMAGEN |
Open Range se presenta con una relación de aspecto de 2.34:1. La imagen cuenta con mejora anamórfica 16/9 para optimizar su visionado en televisores panorámicos. Excelentemente fotografiada por el debutante James Muro en Super 35 e hinchada a Scope mediante Digital Intermediate, no es extraño que Filmax haya partido de una copia máster el perfecto estado al tratarse de una producción tan reciente. A lo largo de todo el metraje no se aprecia absolutamente ningún defecto de celuloide. La definición y la nitidez son muy buenas por lo general. Pese a ello, algunos planos generales de los prados o algunas escenas nocturnas muestran una imagen algo más suave y menos definida. El contraste es magnífico, representando a la perfección tanto los planos que hacen un ligero uso de la sobreexposición como las escenas más oscuras de la película. El detalle en las sombras en ocasiones es escaso, aunque viene determinado por la fotografía original del film. La densidad de negros es muy buena y la reproducción de la paleta de colores original es excelente. Algunos planos aislados y las escenas nocturnas (sobre todo las del saloon) tienen algo de grano, lo que es comprensible dado que fueron filmadas con la emulsión Kodak 5279 (500 ASA). Si bien todas estas virtudes habrían hecho que Open Range tuviera una imagen casi de referencia, gran parte de ellas se ven emborronadas por el mal trabajo de compresión que ha realizado Filmax. Como puede observarse en el gráfico adjunto, la tasa de bits es demasiado plana y poco ajustada a las necesidades de cada escena. El resultado es la aparición de enormes artefactos de compresión en multitud de planos del film; macro-blockings, ruido de bajo nivel o ruido de mosquito se ven con facilidad en los pequeños detalles de la imagen, empeorando cuanto más amplio es el plano y sobre todo en los fondos. Basta comparar la gráfica de Open Range con la de otros análisis realizados por zonadvd para ver hasta qué punto se ha trabajado poco este aspecto. Con motivo de este análisis hemos realizado multitud de pruebas en distintos dispositivos de visualización. En televisores de 32 o menos pulgadas los artefactos de compresión pasan desapercibidos en su mayoría y únicamente los más exigentes con sus DVDs apreciarán los fallos. En un PC aparecen constantes pixelaciones en los segundos planos y es visualizada en un gran formato (como el proyector Sanyo PLV-Z2 a resoluciones de 575p, 720p o 1080i) cuando aparecen todos los problemas de compresión anteriormente comentados. En un formato tan maduro como el DVD, circunstancias como la presente nos parecen intolerables, demostrando hasta qué punto es necesario un buen trabajo de compresión. Si se piensa ver la película en un dispositivo que no sea un televisor de menos de 32 pulgadas, Open Range es un DVD muy poco recomendable. |
SONIDO (VERSIÓN ORIGINAL) |
La versión original de Open Range aparece en dos pistas, una DTS y otra Dolby Digital 5.1. Para este análisis hemos escuchado la primera de ellas y la hemos comparado con la segunda con el fin de buscar las posibles diferencias. Se trata de una mezcla que favorece claramente a los canales frontales, en los cuales la direccionalidad del sonido es mucho mayor a un lado u otro del trío frontal. El diálogo permanece en todo momento centrado y los canales surround se utilizan básicamente para la reproducción de sonidos de ambiente, creando una atmósfera envolvente muy adecuada para el film. En la secuencia de la tormenta su uso junto con el del subwoofer es muy agresivo, apareciendo también este último en la escena final para apoyar a las bajas frecuencias. La calidad del audio es extraordinaria. El diálogo tiene una gran naturalidad y la grabación de la banda sonora de Michael Kamen (que tristemente supuso su último trabajo al fallecer poco después) es muy rica en matices. Pero lo mejor de la mezcla, sin lugar a dudas, es la escalofriante grabación de los efectos de sonido. La escena de la tormenta tiene una fidelidad estupenda, pero es en el tiroteo final donde se aprecia un rango dinámico amplísimo que sobresalta con cada disparo. Ambas pistas son muy similares y las diferencias son sutiles. A la hora de elegir una, la DTS es la mejor opción puesto que ofrece una espacialidad ligerísimamente superior y una mayor respuesta en las bajas frecuencias. |
Datos técnicos |