Aladdín - Edición Especial

Situada en la mítica ciudad de Agrabah, esta historia nos narra las peripecias por la que pasarán un joven muchacho llamado Aladdín y su travieso mono Abú para lograr el amor imposible de la princesa Yasmin. Su suerte cambiará repentinamente cuando, tras frotar una lámpara mágica, libera a un endiablado genio que le ayudará, mediante la concesión de tres deseos, a conseguir sus propósitos, mientras el malvado hechicero Yafar tratará de impedírselo por todos los medios con el fin de robarle tan preciado tesoro.

Gracias de nuevo al trabajo de John Musker y Ron Clements, este film de la compañía Disney sedujo tanto a grandes como a pequeños con una historia sin el rasgo moralizante que suele caracterizar al resto de sus producciones. Destaca especialmente el personaje del genio de la lámpara gracias a su sinuosa, estilizada y espectacular animación de gran riqueza expresiva y a la "ingeniosa" caracterización de Robin Williams.

Al contrario de lo que suele ser habitual cuando un film presenta una relación de aspecto de 1.70:1, la imagen de Aladdin cuenta con mejora anamórfica 16:9 para televisores panorámicos. Sin embargo, no respeta el formato original 1.85:1, aunque hay que tener en cuenta que la película no está recortada sino que muestra un poco más de imagen en la parte superior e inferior del encuadre (Open-Matte).

Para esta edición se ha restaurado - parcialmente - la imagen, de modo que nos encontramos ante una imagen libre de impurezas, sin que puedan apreciarse en ningún momento del film defectos de celuloide. La escena que se ha añadido para esta edición goza de la misma calidad que el resto del metraje, por lo que su presencia no resulta llamativa. En algunas escenas se han modificado los dibujos para ampliar y pulir detalles con el fin de lograr un mejor acabado.

La imagen cinematográfica original poseía un colorido vibrante y saturado que recuperaba la paleta tonal de algunos de los primeros clásicos de la factoría, lo cual ha sido trasladado al DVD de forma impecable. El nivel de detalle es alto aunque no llega al grado superior de las animaciones actuales. El contraste es excelente; las imágenes que pretenden ser más oscuras tienen un elevado nivel de negros y de detalle en las sombras mientras que las secuencias "a la luz del día" tienen un brillo espléndido.

Casi no se aprecian defectos ni artefactos de compresión, excepto un moderado realce de bordes y un ligero ruido de mosquito, habitual en las películas de animación. Aunque la calidad global de la imagen es excelente, sorprende la presencia de estos pequeños defectos de compresión, principalmente en escenas con lava o con mucho movimiento. En cualquier caso, estos defectos esporádicos no resultan nada molestos.

El cambio de capa es aceptable, aunque puede provocar una ligera pausa en el audio.

Por todo ello nos hallamos ante una imagen de una gran calidad que ha devuelto a Aladdín el esplendor de su estreno original en salas de cine.

Aladdín fue una de las primeras películas grabadas con sonido multicanal digital, probablemente la primera en el caso de películas de animación. En consecuencia, es totalmente normal que nos encontremos con lo que hoy día podríamos considerar un sonido poco agresivo. A pesar de ello, se hace un buen uso de los canales surround otorgando al sonido un buen carácter envolvente y con una direccionalidad más que aceptable.

Los diálogos son totalmente claros y nítidos y no se aprecia ningún tipo de distorsión. Los efectos de sonido gozan de una buena amplitud a lo largo del arco frontal y se posicionan en función de los elementos en pantalla. Los canales surround contienen elementos de audio aislados, aunque principalmente se utilizan como apoyo de los canales frontales.

La calidad del audio es muy buena para la época, especialmente en lo concerniente a la banda sonora. Las voces se siguen sin ningún obstáculo a la inteligibilidad y los efectos de sonido poseen un buen rango dinámico.