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Haskell Wexler [ASC] fue el director de fotografía elegido por los productores Saul Zaentz y Michael Douglas para que iluminase la segunda película de Milos Forman en Estados Unidos. Según Wexler, todo el rodaje marchaba bien e incluso él mismo había contribuido con algunos diálogos cuando repentinamente le comunicaron su despido, en posteriores palabras del director porque "supeditaba la película a la fotografía y no dejaba libertad a los actores".
Fue sustituido por Bill Butler [ASC] –que curiosamente ya había sustituido a Wexler el año anterior cuando este también fue despedido por Coppola de La Conversación- pero aún así el film llevaba retraso y Butler tampoco pudo finalizarlo, por lo que William A. Fraker [ASC] se ocupó de la última semana de rodaje. Visualmente, se trata de una película que transcurre principalmente en interiores, que durante el día están iluminados mediante una mezcla de fluorescentes y luz con temperatura diurna que penetra por las ventanas.
Ocasionalmente el contraste es reducido debido a la sobreexposición de las ventanas y al efecto de luz de relleno que producen los fluorescentes sobre los rostros de los actores, pero aún así la apariencia de estas escenas es mejor que la de los interiores nocturnos, iluminados principalmente con los fluorescentes en muchas secuencias o con luces dirigidas sobre los actores cuando estos permanecen apagados y que debido a la utilización del revelado forzado, que añade grano, tienen un aspecto demasiado sucio.
La mayoría de los exteriores tienen una apariencia muy natural y están rodados con cielos nublados y sin luz adicional –probablemente con unos simples reflectores- pero las dos escenas rodadas por William A. Fraker tienen un aspecto completamente distinto, ya que tanto la escena del barco como la del partido de baloncesto están rodadas con filtros difusores y/o de bajo contraste. Además, se rodaron en días soleados y por si fuera poco, es claramente perceptible la presencia de luces adicionales para eliminar sombras.
La llegada de Butler trajo consigo el uso de multicámaras para captar todos los matices de la interpretación de los actores, aunque ello juega en contra de la calidad de la fotografía, con bastantes planos desenfocados o zooms fuera de lugar.Por todo ello se trata de un trabajo ciertamente inconsistente, que podría haber sido mejor de haber sido rodado únicamente por uno de los tres directores de fotografía con un estilo unitario.
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por Nacho Aguilar , © zonadvd 2006