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En 1988, una novela de espías escrita por Robert Ludlum fue adaptada por Roger Young en forma de mini-serie televisiva. Catorce años después, El Caso Bourne (The Bourne Identity) adaptaba al cine la misma novela, presentando a Matt Damon interpretando al agente Jason Bourne. El año 2004 llega al cine la segunda aventura del implacable ex-asesino a sueldo de la CIA. Tras sufrir un atentado, Bourne ha de dejar el retiro en el que vive junto con Marie (Franka Potente) y comenzar de nuevo una desesperada huida desde la India, pasando por Berlín, Moscú, Nueva York... Paul Greengrass substituye a Doug Liman en la dirección de esta secuela. El reparto se completa con Brian Cox, Julia Stiles, Karl Urban, Gabriel Mann, Danny Zorn y Joan Allen (Pamela Landy - su implacable perseguidora de la CIA), entre otros. Mientras esperamos la tercera entrega de la serie (El Ultimátum Bourne), prevista para el 2007, podemos disfrutar desde Febrero del 2005 de esta segunda película de la saga, gracias a este DVD distribuido por Universal. |
IMAGEN |
La imagen de este DVD nos resulta francamente muy difícil de juzgar. Oliver Wood dirigió la fotografía, en Super 35. Toda la película tiene un estilo visual muy oscuro y filmado casi como un documental, con abundante uso de la cámara al hombro. Fruto de este estilo, hay también una enorme cantidad de grano cinematográfico y unos colores alterados y poco realistas, tremendamente virados hacia tonos amarillentos o verdosos en muchas escenas. Como era de esperar, el DVD respeta el formato de imagen original (aproximadamente 2.40:1) e incluye la preceptiva mejora anamórfica. La transferencia es excelente, sin ninguna clase de defectos de celuloide que distraigan la visualización. Si nos fijamos en las letras más pequeñas de los títulos de crédito, veremos además que la definición y la nitidez son muy altas, lo que confirma la calidad de la transferencia a DVD. Sin embargo, durante todo el film notamos que este grano, que suponemos intencionado, le quita algo de definición a la imagen. Algunos fondos (como el cielo en una playa tropical) nos dan la impresión de estar viendo una película de los años cincuenta. Los contornos están muy difuminados en general y los colores son muy apagados y desaturados, además de presentar este viraje hacia el verde / amarillo muy evidente a lo largo de todo el metraje. Toda la película es oscura, con bastante contraste y con muy poco detalle en las sombras. El problema de este look de la película es que es casi imposible de trasladar a un DVD en óptimas condiciones. La compresión, pese a que se ha realizado a una buena tasa de bits (bitrate) de 5.8 Mbps en promedio para la imagen, deja defectos en forma de ruido de bajo nivel en casi todos los fondos. Este ruido puede ser muy aparente en los dispositivos de visualización más exigentes, pero pasará casi desapercibido a los que vean la película en una TV de gama media. Tanto la película como los extras están en un disco DVD-9. Hay un buen cambio de capa; aunque en medio de una escena, prácticamente no se nota y no afecta al sonido. Después de dudarlo bastante, valoraríamos la imagen del DVD en un notable alto. Aunque muchos de los defectos (¿o más bien efectos?) son intencionados en el film, es evidente que la compresión digital se resiente a consecuencia de esto, lo que afectará negativamente la visualización del disco a los usuarios más exigentes. |
SONIDO (VERSIÓN ORIGINAL) |
En inglés tenemos una pista sonora presentada en Dolby Digital 5.1, a 384 kbps. Sin ser un sonido fuera de lo común, responde perfectamente a lo que se requiere para la atmósfera sonora de la película. En este gráfico se puede ver la distribución del audio entre los diferentes canales durante todo el film. No hay demasiada acción de sonido envolvente, pero los canales surround se utilizan para la música, para algunos efectos puntuales muy bien localizados - como los disparos en 16' 01'' o en 1h 22' 11'', para voces de fondo a partir de 1h 03' 12'' y sobre todo para resaltar la persecución automovilística por Moscú, entre 1h 25' y 1h 30'. El subwoofer, por su parte, actúa de forma muy continuada, aunque sin demasiado volumen. Exceptuando algunas voces de ambiente, todos los diálogos usan únicamente el canal central. Su nitidez y definición sonora son las adecuadas para permitir su correcta comprensión, incluso en los momentos más ruidosos. La electrizante música de John Powell, junto con el tema principal de la película ("Extreme Ways" de Moby) contribuyen a mantenernos en la necesaria tensión durante todo el metraje del film. Su fidelidad y rango dinámico son, como es habitual en producciones contemporáneas, impecables. |
Datos técnicos |