Live Aid

El 13 de Julio de 1985, más de diez horas de rock'n'roll intentaron cambiar el mundo. El concierto Live Aid, organizado por Bob Geldof (líder de The Boomtown Rats) para luchar contra el hambre en África, se retransmitió simultáneamente vía satélite a todo el mundo desde Wembley (Londres) y desde el J.F.K. Stadium en Filadelfia (Estados Unidos). Este evento obtuvo la mayor audiencia televisiva jamás registrada hasta entonces, con más de 1500 millones de espectadores.

Sería injusto destacar a sólo alguno de los participantes y por otra parte este análisis sería demasiado largo si listáramos todos los músicos que intervinieron. Basta con decir que prácticamente todas las grandes estrellas del pop de la época contribuyeron a hacer de Live Aid el mayor espectáculo de rock'n'roll de los años '80, en un acontecimiento irrepetible tanto por sus valores musicales como por los miles de vidas que se salvaron a consecuencia del mismo.

Entre 1985 y el 2004, Band Aid Trust invirtió 144 millones de dólares en ayudas contra el hambre en África. Casi veinte años después, Geldof ha accedido a editar en DVD este acontecimiento, con el fin de seguir recaudando fondos para su fundación.

Este extraordinario concierto en cuatro discos DVD editado por Warner Music Vision a finales del 2004, no sólo recoge el mejor acontecimiento musical en décadas, sino que su venta va a seguir salvando vidas.

Según se nos cuenta en el folleto del DVD, para evitar problemas de derechos, este concierto no debería haberse grabado. Afortunadamente, la BBC conservó en sus archivos las cintas del concierto de Wembley, aunque incompleto. Además, en la MTV localizaron filmaciones en vídeo del concierto americano que se creían perdidas para siempre. De todas maneras, algunas partes no han podido recuperarse porqué el material se ha perdido o porqué ni tan sólo fueron emitidas o grabadas por problemas técnicos.

Filmado con cámaras de televisión, la calidad visual del DVD es muy irregular. Algunas partes han sido grabadas vía satélite, otras han sido convertidas de NTSC a PAL y además el material, grabado en cintas de vídeo, ha sufrido deterioro a lo largo de estos años. Desgraciadamente, este concierto es todo un catálogo de los defectos de vídeo que describimos en el artículo Guía Visual: Defectos de Imagen en DVD: Ruido de croma, Ruido de bajo nivel y Falsa coloración.

Se produce también en bastantes momentos un defecto llamado "microfonía" (lo explica el folleto del DVD), que provoca franjas oscilantes horizontales, debido a vibraciones de las ópticas de las cámaras a consecuencia del alto volumen de sonido.

Además, el origen entrelazado del vídeo afectará negativamente a los que utilicen dispositivos de visualización progresivos (ordenadores, proyectores o reproductores de gama alta).

Por lo demás, la imagen ha sido restaurada hasta donde ha sido posible. Aunque su definición es muy limitada, tanto su contraste como su colorido y luminosidad son lo mejor que podrían ser dadas las circunstancias.

La codificación se ha hecho con tasas de bits medias para la imagen que oscilan entre 5.2 y 5.7 Mbps, según el disco. Pese a las dificultades del material original, no se aprecian en ningún momento defectos de compresión que lleguen a resultar molestos.

Todos los discos son DVD-9; para los tres primeros, los cambios de capa están en pausas entre canciones y el cuarto disco no tiene cambio de capa durante el concierto.

Aunque puede ser subjetivo, da la impresión de que las grabaciones de Filadelfia se ven algo mejor que las de Wembley. En cualquier caso, es una lástima no poder disfrutar de estas imágenes en mejores condiciones, pero probablemente este DVD ofrece la mejor visualización que se podrá ofrecer jamás de este macroconcierto.

Para el sonido, las dificultades son similares a las que se ha tenido para recuperar la imagen, aunque en este caso los resultados han sido mejores - y esto es lo más importante en un concierto de música. Las grabaciones de Wembley se han podido remasterizar a partir de las cintas con la grabaciones multipista que hizo Radio 1 de la BBC. En cambio, el sonido de Filadelfia parte de la grabación de la retransmisión televisiva.

Hay que considerar además la dificultad logística de un concierto único, con tantos intérpretes, muchos de ellos actuando sin sus formaciones habituales. No es sorprendente que, a nivel musical y por separado, cualquiera de estos artistas esté por debajo de lo que hubiera podido dar de sí en una actuación en solitario. Esto sin contar los numerosos acoplamientos de micrófono e incluso algunas divertidas equivocaciones musicales (nos viene ahora a la memoria una de Phil Collins). Sin embargo, estas limitaciones no sólo no le quitan valor a las actuaciones, sino que contribuyen a resaltar el conjunto por encima de la suma de sus partes, cosa importante en un esfuerzo solidario como Live Aid.

Las grabaciones del concierto están en tres pistas, Dolby Stereo, Dolby Digital 5.1 y DTS 5.1 (a 768 kbps). La primera de ellas es bastante blanda, por lo que nos centraremos en las dos últimas.

Como se puede ver en este gráfico del audio correspondiente al primer disco, lo primero que sorprende es su extraordinario volumen. Es conveniente bajar el nivel de sonido del receptor antes de comenzar a reproducir el concierto si no queremos que los vecinos avisen a la policía municipal a los pocos minutos.

Cuando se grabó el material original, no existían formatos de sonido multicanal como los actuales, por lo que no es de extrañar que la mezcla resultante esté a considerable distancia de las grabaciones de conciertos contemporáneos. Sin embargo, estas pistas resultan más que suficientes para disfrutar del acontecimiento igual o mejor que si hubiésemos estado allí.

El subwoofer suena de forma continua, reforzando la contundencia musical. Los canales surround también están en acción todo el rato, con un buen volumen, especialmente en los fragmentos de sonido ambiente del público. Y, por supuesto, lo que destaca más es la enorme contundencia del trío frontal, con su volumen que pondrá a prueba cualquier equipo de audio.