Batman Vuelve

Segundo de los tres trabajos de Stefan Czapsky con el director Tim Burton, en una continuación de la película de 1989 que enfrenta en esta ocasión al hombre murciélago con el Pingüino y Catwoman.

Con el éxito de la primera entrega, los ejecutivos de la Warner Bros. Pusieron a disposición de Burton un presupuesto que casi triplicaba al de la película original, gran parte de los cuales fueron empleados por el diseñador de producción Bo Welch -sustituto del fallecido Anton Furst- en crear monocromáticos decorados como la plaza de Gotham o la lujosa alcantarilla donde habita el Pingüino, con un barroco exterior que incluye un río con sus laterales nevados, árboles y hasta un puente, mientras que como en la primera entrega se confía en el equipo de efectos visuales para crear los planos generales de la ciudad a través de pinturas mate.

Dado el tono más oscuro y menos humorístico de esta entrega -aunque de igual teatralidad- el aproximamiento que realiza Czapsky es más intenso y tétrico que el de Roger Pratt, y en él destaca principalmente la iluminación de la guarida del Pingüino haciendo especial énfasis en el elemento acuático de la misma sobre sus fondos y paredes. Pero en términos generales si por algo destaca la imagen de Batman Vuelve es por el expresionismo de sus imágenes, desde la apertura del film en tonos azules mostrando los orígenes del villano hasta la utilización del maquillaje y la luz sobre éste, haciendo que parezca un personaje surgido estéticamente del Nosferatu de Murnau.
 

Czapsky también realiza un trabajo más interesante con los primeros planos, incluyendo algunos que simulan estar iluminados por una chimenea, consiguiendo de los actores un mejor aspecto que el que tenían en el primer film. Una fotografía que más que por su calidad destaca por su labor conjunta con el diseño de producción para lograr una atmósfera más tenebrista y tétrica que la de la primera película.

por Nacho Aguilar , © zonadvd 2006