El Jovencito Frankenstein

Junto con Sillas de Montar Calientes, El Jovencito Frankenstein es probablemente la mejor película de humor de Mel Brooks.

Esta desternillante y muy libre adaptación de la novela de Mary Shelley, con un guión del también protagonista Gene Wilder, revive la historia del Dr. Frankenstein (o quizás "Fronkonstin"). Cuenta también con las interpretaciones de Peter Boyle (El Monstruo), Marty Feldman (el entrañable jorobado Igor), Cloris Leachman (la siniestra Frau Blücher), Madeline Kahn y Teri Garr.

Aunque este DVD de Fox lleva ya algunos años en el mercado, sigue siendo una edición que hace justicia a esta excelente comedia.

La dirección de fotografía fue a cargo de Gerald Hirschfeld, quien procuró imitar el estilo de los clásicos de terror de los años '30 - rodando también en blanco y negro. Pero esta fotografía, oscura y tenebrosa, se hubo de adaptar para algunos planos ya que, tratándose de una comedia, es necesario mostrar correctamente los ojos y la expresión facial de sus protagonistas.

El DVD respeta la relación original de cine (aproximadamente 1.85:1), con mejora anamórfica.

La definición es correcta aunque no extraordinaria - por ejemplo, las letras de los títulos aparecen bastante poco perfiladas, con poco detalle; la imagen en general resulta bastante suave. La transferencia se ha hecho partiendo de un máster en buen estado, con muy pocos defectos de celuloide.

La imagen tiene un buen contraste, aunque en las escenas oscuras se pierde bastante detalle. Hay un buen nivel de blancos y negros, acompañado de una amplia paleta de grises. Además, no se nota realce de contornos.

Aunque se aprecia algo de grano en algunas secuencias, en general éste pasa muy desapercibido. Pese a una tasa de bits para la imagen no demasiado alta (4.3 Mbps de promedio), la compresión es buena aunque en las escenas de lluvia, relámpagos etc. puede notarse algo de ruido de bajo nivel.

El disco es un DVD-9, pero toda la película cabe en una de las dos capas.

En conclusión, buena imagen, sobre todo considerando que es una película de hace treinta años.

Aunque la carátula indica que el audio es estéreo, en realidad se trata de un sonido casi monoaural, puesto que no hay ninguna direccionalidad estereofónica ni en la música, las voces ni en los efectos de audio. De todas maneras, este formato encaja perfectamente con la atmósfera de cine de terror de los años treinta que la película quiere satirizar.

Éste es un audio con un volumen correcto, que se adapta al nivel que requiere la acción en cada momento. No presenta ruido de fondo y la calidad de las voces es buena; la música y efectos suenan de forma aceptable, aunque ciertamente no son nada fuera de lo común.

La banda sonora de John Morris se completa también con algunas canciones como "Ah! Sweet Mystery of Life" de Victor Herbert, con la genial y muy libre interpretación del clásico "Puttin' on the Ritz" de Irving Berlin y hasta con el "Ave Maria" de Franz Schubert. La fidelidad de la música es adecuada, lo que ayuda a disfrutar de esta pista de audio sin ningún reparo.