Breve Encuentro

Adaptación de un relato de Noël Coward acerca de un hombre y una mujer que se conocen casualmente en una estación de tren e inician una relación que les hace plantearse qué hacer con sus vidas y sus respectivos matrimonios.

En su quinto film como director David Lean no sólo volvió al blanco y negro tras haber realizado sus dos obras anteriores en color, sino que también sustituyó a su director de fotografía habitual y colega de Cineguild Ronald Neame [BSC] –que continuó siendo co-productor y co-guionista- por el australiano afincado en el Reino Unido Robert Krasker [BSC], en la que a la postre sería su única colaboración con el director (ya que éste, con fama de ser un operador con un ritmo muy lento, fue despedido por Lean de su siguiente film, Cadenas Rotas, al comienzo del rodaje).

Breve Encuentro, pese a ser un film relativamente modesto, fue rodado en su mayor parte en estudio con únicamente algunas localizaciones reales (como la estación en la que se conocen los personajes, la de Carnforth en las afueras de Londes) para ilustrar los encuentros entre los protagonistas y en ella Krasker realiza la iluminación típica del blanco y negro y de la época, con niveles de iluminación generalmente altos y luces principales de una gran intensidad que siguen (o marcan) los movimientos de los actores por los diversos escenarios en que trancurre la historia.
 

A fin de introducir una mayor suavidad en la imagen a la hora de acercarse a sus actores, Krasker también hace uso de filtros difusores en los primeros planos (especialmente los de Celia Johnson), aunque lo que más destaca de su trabajo son elementos fuertemente teatrales como los que utiliza a la hora de aislar a su personaje principal cuando Lean muestra sus pensamientos mediante voz en off, en los que Krasker elimina casi todas las luces excepto la que incide directamente sobre su rostro en primer plano, que por momentos es lo único que permite vislumbrar.

Aunque el trabajo de cámara es bastante estático, además de algunos pausados travellings también son muy destacables hacia el final del film algunos movimientos más exagerados en los que para mostrar la situación del personaje la cámara se muestra más nerviosa e incluso ladeada. En definitiva, la fotografía de Breve Encuentro es un trabajo que aún dentro de los cánones de la época contiene elementos tremendamente interesantes que muestran precozmente el dominio de la técnica por parte de Lean y cómo apoyar una narración mediante un estilo visual.

por Nacho Aguilar , © zonadvd 2006