El Ansia

Para su debut cinematográfico Tony Scott eligió llevar a cabo la adaptación de una novela de Whitley Strieber acerca de una mujer-vampiro que vive inmortalmente gracias a la sangre de sus amantes; a cambio, éstos no envejecen mientras permanezcan a su lado.

Película de diseño donde las haya, El Ansia es uno de los primeros y más celebrados ejemplos de la influencia de la publicidad y los vídeos musicales en el mundo del cine, mezclando imágenes de un marcado esteticismo con decorados de diseño. El operador escogido por el menor de los Scott fue el infravalorado director de fotografía inglés Stephen Goldblatt [BSC], que procedía también del mundo publicitario y en aquél entonces iniciaba su carrera cinematográfica.
 

Así pues, a fin de lograr imágenes lo más bellas e impactantes, la mayor parte del film está rodado con teleobjetivos, decorados completamente llenos de humo e iluminación desde una sola fuente muy suave, lo que hace que cada plano tenga un tremendo contraste entre zonas de luz y sombra y un aspecto ultra-estilizado. Ello se pone especialmente de manifiesto en los primeros planos de las actrices, cuya presencia en pantalla parece directamente trasladada de un catálogo de modas. A pesar de que El Ansia es un triunfo de estilo sobre sustancia, contiene imágenes imborrables, entre las que destacan principalmente aquéllas que recuerdan los tiempos pasados de los personajes, con un claro homenaje a Barry Lyndon (1975) incluido.
 

Un gran trabajo, germen del estilo visual de la MTV y de todos sus seguidores, que además demuestra lo interesante que podría haber sido a nivel visual el cine de Tony Scott de no haberse perdido en sus tremendos excesos posteriores. Fotografía adicional de Hugh Johnson.

por Nacho Aguilar , © zonadvd 2006