Superman Returns - Edición Especial 2 Discos

Casi veinte años después de la última adaptación cinematográfica de Superman, protagonizada por Christopher Reeve, vuelve el Hombre de Acero a la gran pantalla con Superman Returns, dirigida por Bryan Singer (X-Men, Sospechosos Habituales).

El argumento de esta nueva entrega enlaza ligeramente con el final de Superman II (más en la línea de la versión "Donner" que en la de "Lester") olvidándose de las dos últimas secuelas de la tetralogía original. Además, el director retoma muchas situaciones e incluso diálogos completos de las dos primeras películas a modo de homenaje y como guiño a los fans.

Tras un largo viaje de cinco años en busca de los restos de su planeta de nacimiento, Superman regresa a la Tierra y descubre que en su ausencia la gente ha perdido la esperanza y que muchas cosas han cambiado...

El semi desconocido Brandon Routh es el primer Clark Kent/Superman del siglo XXI, al que acompañan en el reparto Kate Bosworth como Lois Lane y Kevin Spacey, que interpreta a Lex Luthor, genio del mal y némesis del superhéroe.

Warner edita en noviembre del 2006 cuatro versiones diferentes de la película, de las que analizamos la Edición Especial con 2 discos, los mismos que también forman parte del pack Superman Ultimate Collection.

El director de fotografía, Newton Thomas Sigel, utilizó cámaras digitales como soporte principal, logrando un resultado francamente pobre (ver crítica sobre la fotografía de Superman Returns en este enlace), principalmente a causa del abuso de filmación contra pantalla verde y por un aspecto oscuro y frecuentemente empañado por neblina o humo.

La imagen se presenta en su formato cinematográfico original de aproximadamente 2.39:1 con mejora anamórfica. Prácticamente con toda seguridad se ha partido de un máster digital, por lo que no hay ni rastro de defectos de celuloide. Sin embargo, la imagen del DVD es francamente mediocre, con algunas escenas de muy baja calidad que alternan con otras más que correctas.

Lo curioso es que estos problemas no proceden de una mala transferencia a DVD ni de un hipotético telecinado, puesto que las letras iniciales del comienzo del film o las letras pequeñas de los créditos se ven perfectamente, con una alta definición para lo que un DVD puede dar de sí.

Durante la película la imagen aparece frecuentemente muy oscura, fea y con muy poco detalle. Los colores son apagados y el contraste es tan bajo que, según como esté configurado el dispositivo de visualización, en ocasiones cuesta distinguir lo que se está viendo. Asimismo, el realce de contornos es bastante evidente en muchos de los planos en los que este contraste es ligeramente superior a la media del film.

Los planos con efectos (¿o sería mejor decir defectos?) digitales son los que salen peor parados, lo que hace sospechar que gran parte de los fallos de imagen no proceden del DVD, sino del material cinematográfico original. Parece increíble que esto suceda en una superproducción contemporánea que además se estrenó en cines IMAX con unos veinte minutos en tres dimensiones, pero la mayoría de escenas con efectos visuales dan la impresión de provenir de un telefilm de bajo presupuesto.

Algunos de estos momentos dignos de figurar en una galería de los horrores son una vista de Krypton justo al principio de la película (1' 18'', muestra aquí), una escena neblinosa en la Fortaleza de la Solitud (12' 40''), un plano de Superman junto al ala del avión (36' 58''), o una vista panorámica de Metrópolis (1h 38' 04'', con una pobre definición y aliasing en algún edificio).

Pero aún hay más, ya que en el apartado de la compresión digital, aunque la tasa de bits (bitrate) media para la imagen es francamente alta de 5.7 Mbps, se pueden apreciar constantemente defectos como pixelaciones en exceso, algunos macrobloques, ruido de fondo, oscilaciones entre fotogramas consecutivos e incluso horribles posterizaciones como la de un plano subacuático en 1h 41' 23'' (ver aquí). Por momentos recuerda a la ya legendaria y añeja edición española en DVD de Sleepy Hollow.

Resumiendo, la imagen es indigna de una edición actual de una película tan reciente, cuyos defectos pasarán más desapercibidos en televisores CRT de tamaño medio, pero que serán insufribles en dispositivos de alta calidad. Ignoramos cuántos de estos defectos proceden del máster digital y cuáles son imputables a la edición del DVD propiamente dicho, pero está claro que el trabajo realizado dista mucho de lo mínimamente exigible.

Las pistas de audio de Superman Returns sí que están a la altura de lo que se espera a priori de una superproducción moderna. La direccionalidad y la abundancia de efectos de sonido envolventes son sencillamente brutales entre 28' y 40', 51' a 56' y, sobre todo, entre 1h 28' y 2h 04' (ver este gráfico).

Los efectos espaciales incluyen la distribución de algunas conversaciones por diferentes puntos de la sala y abundantes y contundentes efectos: aviones, coches, disparos, explosiones... En muchos de estos momentos el subwoofer proporciona un considerable impacto al conjunto sonoro, potenciando al máximo las bajas frecuencias.

La música original es de John Ottman pero, para alegría de los seguidores de la saga, el legendario tema principal de John Williams aparece también en esta nueva entrega.

En su conjunto, se trata de un audio contundente, con amplia dinámica, alta fidelidad y un volumen que lleva los equipos al límite.

El doblaje en castellano se presenta con la misma distribución entre canales que la pista inglesa (ver este gráfico). Como suele pasar en las producciones recientes, la música y los efectos son los mismos de la pista original, sustituyendo solamente las voces en inglés por las equivalentes en castellano.

Aunque es una apreciación personal -y que no tiene nada que ver con los aspectos técnicos de este DVD- ninguno de los dos dobladores protagonistas, ni el de Clark Kent / Superman ni la de Lois Lane, está a la altura de las entrañables voces de las dos primeras películas de la serie. Los que no quieran verse decepcionados por esto, es preferible que recurran a la versión original.