Proceso que consiste en la transformación de la película desde su formato
cinematográfico (en soporte de celuloide - negativos o copias positivas) a vídeo (en soporte electrónico), como paso previo a su digitalización.
Consiste básicamente en el "escaneo" o filmación de la película mediante un dispositivo digitalizador (videocámara CCD, ...).
Durante este proceso, se ajusta la luminancia (nivel de blancos y negros) y la crominancia (gamma y densidad del color), en muchos casos para cada película específica, y en ocasiones incluso con la ayuda del director de fotografía de la película original, de manera que lo que se obtenga en vídeo sea lo más fiel posible a su original cinematográfico.
Actualmente, los telecinados se guardan en formato de vídeo de alta definición (2K, unas 2000 líneas de imagen), el cual pasa a ser el nuevo master de archivo, a partir del cual se realiza posteriormente la conversión a vídeo estándar ya sea en el sistema
NTSC o PAL, ya preparado para su digitalización.
Si la película ya está en formato de vídeo, aunque sea analógico, no se telecina, simplemente se
digitaliza.
Durante la
digitalización, se pueden aplicar filtros para mejorar o limpiar la imagen (en algunos casos con efectos adversos, como el Edge Enhancement), y se realiza su conversión a
MPEG-2. En paralelo, se hace la digitalización del audio, y su paso al formato final (
Dolby Digital,
DTS, ...).
Una vez digitalizado el material, se procede al
authoring final, el último paso antes de la edición del DVD.