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El pasado martes 15 de noviembre, cientos de asistentes se dirigieron al centro de Madrid ataviados con trajes y vestidos de época. El motivo: Midnight in Fnac, una fiesta sin precedentes basada en el film de Woody Allen y promovida por Cameo, para celebrar la esperada llegada de la película Midnight in Paris en Blu-ray y DVD.
La mítica tienda Fnac de Callao, cercana a la Puerta del Sol, cambió de siglo tras su cierre para convertirse en un auténtico night club. Flecos, perlas, pajaritas y rimbombantes tocados esperaban a las puertas y completaron el aforo en cuestión de minutos, y sus dueños se rindieron a la cámara del fotógrafo David A. Herrero, mientras eran recibidos por una gran fuente de chocolate blanco que dio inicio a una velada inolvidable.
Como en los filmes de Allen, la música fue una de las grandes protagonistas: la divertidísima DJ Katie Sewell amenizó la entrada con sus temas favoritos de swing y charlestón. Loslindyhoppers aprovecharon la ocasión para mezclarse con sus bailes entre los invitados, mientras las botellas de Pommery eran descorchadas a un ritmo trepidante.
Mientras tanto, el presentador del evento seguía anunciando sorpresas, un equipo de Sephora retocaba el maquillaje a las asistentes al estilo de Marion Cotillard y los asistentes se animaban a adquirir la película antes que nadie en un pre-sale en exclusiva. ‘Midnight in Paris’ por fin estaba a la venta en formato DVD, Blu-ray y en edición combo especial para Fnac.
A medida que avanzaba la noche, el jazz más puro se fue abriendo paso con una banda en directo y la sensual voz de la cantante T.J. Jazz, que interpretó clásicos de la película y del París de los años 20. El tap dancer Lucas Tadeo fue una de las grandes sorpresas de la fiesta, tras decidir improvisar su percusión junto a la banda al terminar su actuación.
Con la medianoche, llegó el momento más esperado. Los representantes de Barceló Viajes y PlanB! entregaron un gran cheque por valor de un fin de semana en París para dos personas al asistente mejor caracterizado: un joven que encarnó a la perfección la esencia de Dalí desde que entró por la puerta del hall.